LA CAPERUCITA ROJA

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Erase una vez una mujer de 30 años, pero que se veía como de diez, ya que poseía un gen que la hacía verse así, de cabello castaño claro y muy corto, de noventa centímetros aproximadamente, muy delgada y tez clara, y lejos de actuar como niña, era un verdadero dolor de cabeza para su abuela, quien se había hecho cargo de ella desde los 14 años, ya que su madre la abandonó por que estaba harta de ella, y debido a que nunca fue una hija deseada, entonces no se le hizo difícil, tomar sus cosas e irse y dejar a su hija al cuidado de la abuela y ya a esa edad había dejado el colegio y se había dedicado a andar en pandillas de drogadictos, y todas las consecuencias que vienen con ello.

Caperucita roja, así le decían, ya que nunca se sacaba la capa de ese color, se había transformado en una molestia para su abuela, que vivía en el bosque y dedicada a las cosechas de sus plantaciones y al cuidado de los animales. Pero Caperucita, siempre estaba tratando de robar lo que podía para sus vicios, ya que no trabajaba, los vecinos de la abuela también estaban en lo mismo, protegiendo siempre sus cosas y los animales para que ella no les robara más de lo que ya lo había echo.

Un día la abuela, de unos 60 años, menuda, cabellos largos, blanca y vestía muy bien para ser del bosque, ya estaba harta de la situación, con su nieta, ya que desde hace más de un año que le había dicho que se fuera de su casa por los pequeños robos que comenzó a hacerle para tener dinero para sus vicios, ya cansada de todo esto, decide ir a visitar a su amigo el lobo, para ver que podían hacer con ella, ya que Caperucita Roja le había robado, días antes su hermoso caballo Rocín, un ejemplar realmente hermoso y digno de admiración de sus vecinos, ya que había ganado un concurso de adiestramiento, y lo vendió para sus vicios. Y al enfrentarla ella negó todo y le echó la culpa a un vecino del bosque, siendo que la abuela hasta la tenía grabada en las cámaras que había mandado a colocar hace poco en la pequeña casa del bosque, pero que ella nunca le dijo a Caperucita. Aún, viéndose en las cámaras, dijo ser alguien muy parecida a ella, puesto que en aquel momento estaba junto a sus amigos de delitos, cosa que no era cierto, todos sabían de lo mentirosa que era con tal de salirse con la suya.  Y bueno, llegó donde su amigo don Lobo, para que le ayudara. 

Don Lobo, un señor muy corpulento y de orejas, nariz y boca grande lo cual era normal para su estatura, la recibió como siempre, muy amistoso, ya que eran grandes amigos, la invitó a pasar a su cabaña, era acogedora, con su chimenea prendida y una mesa ovalada en el centro del comedor en donde recibía sus visitas más ilustres.

Luego de una charla de buenos amigos comenzaron a planear cómo poder poner término a todo lo que les estaba sucediendo con Caperucita, antes que las autoridades del bosque se encargaran de ella, puesto que ya estaban al tanto de sus fechorías, pero no tenían pruebas y porque, además de eso ella era muy convincente y por eso no hacían nada, ya que con su porte, voz y sonrisa cándida lograba engañar a mucha gente, A don Lobo se le ocurre la idea de colocarle una trampa en la casa de la abuela, ya que ella como toda una dama actualizada, tenía Facebook y como muchas personas colocaban todo lo que hacía ahí, cosa que le increpó su amigo porque lo encontraba peligroso ya que en las rrss había gente de muchas partes y pueden saber cosas que no deberían.
Hasta ese entonces la abuela no sabía eso, a lo que le dijo que por eso Caperucita supo que ese fin de semana no estaría en casa, ya que publicó que estaba en casa de una amiga en el bosque vecino, y justo durante su visita le había robado su preciado Rocín.
Y bueno, volviendo a la trampa de don Lobo con la abuela quedaron que a través de las rrss ella diría que saldría de viaje, el próximo fin de semana, ultimaron los detalles y el tiempo suficiente, ya que era lunes, para que se contactaran con quienes tenían que hacerlo. Y por fin llegó el día. 
En Facebook, la abuela pública que va de viaje donde su amiga en el bosque vecino y se quedaría con ella dos días.
Bueno, ya era viernes y don Lobo llega entrada la noche y se esconde en el cuarto que era de Caperucita para esperar que ella entrara a la casa y la abuela en cuarto contiguo, pasó toda la noche y no fue Caperucita, ni rastro, había pasado el sábado, mientras los dos esperaban que llegara, conversaban de cómo sería la sorpresa que se llevaría, al terminar de almorzar, escuchan el típico canto de Caperucita al entrar al bosque, pues don Lobo había puesto unos micrófonos para que no los pillaran de sorpresa, entonces se esconden.
No pasaron 15 minutos y empiezan a escuchar:
La puerta se abre. Y ella cantando:

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