Capítulo 40

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Era mediodía cuando aterrizaron en las afueras de Metrópolis, en un aeródromo de propiedad privada donde no se vigilaría demasiado su parada y su salida. Bruce estaba haciendo las cosas lo más discretas posible hasta que pudiera arreglar las cosas mejor en lo que respecta a Damian.

La salida era para que los Kent regresaran a casa y el avión repostara combustible antes de dirigirse a Gotham. Eso hizo que Damian tuviera ganas de escapar, de desaparecer de una vez por todas, pero Jon se mantuvo tan cerca de él y eso lo hizo muy difícil. Jon ha estado mucho más tranquilo, pero solo una mirada suya hizo que Damian perdiera todos esos pensamientos de escape.

Habían mantenido cierta distancia el uno del otro desde el incidente en la suite del ático, pero Jon todavía no quería ir demasiado lejos. Damian no debería permitirlo, pero en su mayor parte habían quedado atrapados en un avión, no había mucho que hacer en el espacio pero ahora en tierra…

“Dami…” Jon habló en voz baja, se habían quedado unos pasos detrás de los adultos y se mantuvieron en silencio para hablar lo más privadamente posible. "¿Vas... vas a ir a Gotham?"

"Hmph." Damián resopló. "Wayne ciertamente quiere que lo haga, preferiría no hacerlo".

“¿Tú… podrías venir con nosotros?” Ofreció Jon, mirando hacia adelante a sus padres, sin estar seguro de que realmente hubieran dejado que eso sucediera, no les había emocionado saber que Jon estaba enamorado de Damian después de todo. No lo habían dicho en voz alta pero Jon podía verlo prácticamente escrito en sus caras cuando los chicos estaban muy juntos. "¿Por favor?"

"Jon... no puedo." Damian apartó la mirada de los ojos suplicantes de Jon, estaba tan débil por esos bonitos ojos azules.

"Tú... vas a irte, ¿no?" La voz de Jon se ahogó cuando las lágrimas brotaron de sus ojos y trató de contenerlas, de mantener la mayor calma que pudo y se agarró los puños de las mangas en sus manos. “Ya estás aquí, ¿por qué no te quedas? ¿Eh? ¿Sólo un poco de tiempo?" Jon se sentía tan desesperado por mantener a Damian cerca, pero sabía que necesitaba no ceder al pánico como antes.

“Yo…” Damian respiró hondo por la nariz y lo dejó salir por la boca antes de mirar a Jon y todas sus palabras y razones se le salieron de la cabeza cuando sus ojos se encontraron. "Jon... sabes que no deberíamos estar juntos..."

"¡Oh vamos!" Jon todavía intentó mantener la voz baja. "¡Te lo dije, no es una especie de síndrome de Estocolmo!"

"¿Oh?" Damián volvió a apartar la mirada. "Tienes un doctorado en psicología, ¿verdad, Jon?"

"No." Jon se paró frente a Damian, deteniéndolo en seco. “No seas así cuando ya me dijiste que yo también te preocupabas. Tener sentimientos no es una enfermedad mental, Damian”.

"A pesar de todo." Dijo Damian, sintiendo sus hombros tensarse. "Todavía no deberíamos, esto... esto no es saludable, esto nunca podría funcionar-"

"No es normal, claro, pero ¿a quién le importa?" Jon agarró los hombros de Damian cuando intentó moverse. "Por favor, por favor, ¿por qué no me das una oportunidad?"

"Porque... yo... yo no te creo". Damian luchó por mantener el contacto visual. “No creo que sea real y lo verás, Jon, cuando recibas ayuda. Todo desaparecerá y ese será el final. Así que… vete a casa, mejorate, vive una vida normal y, por favor, olvida que existo”.

"¿Eso es lo que quieres?" Jon sintió que las lágrimas corrían por su rostro ahora, maldita sea, no podía contener el dolor. “Eso no es lo que quiero en absoluto, no quiero algo normal, nunca será normal. Te amo, Damian al Ghul y nunca dejaré de hacerlo sólo porque creas que es algún tipo de trauma psicológico”.

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