𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐨𝐭

[Capitulo 1]

POV:

Habían pasado 12 años desde que la guerra santa finalmente terminó, todos los diferentes clanes vivían en paz y armonía.

Britania se había convertido en un lugar donde la tranquilidad reinaba.

Claro, eso fue hasta que empezaron a aparecer los que se hacían llamar "Los caballeros del caós" claro que no solían dejarse ver y sus apariciones eran muy escasas.

¿De dónde salieron? aún era un misterio para aquellos que no conocían la historia detrás de esto, después de todo..¿qué de malo podría pasar si la guerra santa ya había terminado hace tanto?.

Los que si causaban estragos y eran muy conocidos por el clan de las hadas y el de los gigantes eran unos pequeños monstruos con armadura que solían capturar inconmensurables números de estos mismos seres(hadas y gigantes) y se los llevaban ¿a donde? nadie lo sabía.

Pero en fin. Nuestra historia comienza aquí..en cierta taberna que estaba situada en medio del bosque, dentro de esta misma iniciaría todo.

Un pelinegro se encontraba sentado en una de las mesas de la taberna mientras leía un libro serenamente, frente a él estaba sentado un rubio mientras bebía de un tarro de cerveza.

-Meliodas..recuerda que debemos volver pronto, no hay nadie que vigile o este cuidando del Reino demoniaco

-Lose hermanito -bebiendo un ultimo sorbo de su cerveza para luego dejar el tarro en la mesa- pero recuerda que vine para ver a Tristán y también..porque pronto sera la boda de Ban y King.

Zeldris solo lo miro por algunos minutos para finalmente asentir, solo esperaba que todo estuviera bien en el Reino de los demonios.

-Además...yo también quiero volver al Reino demoníaco hermanito~ para que tengamos un momento a solas y les demos un pequeño heredero a nuestro reino -mirandolo pervertidamente-

-No digas tonterías..-mirando hacia otro lado con un leve rubor en las mejillas-

Meliodas sólo sonrió mientras se levantaba de la mesa y se estiraba un poco.

-Sate,sate,sate iré a Liones, le prometi a Tristan que lo llevaría de cacería hoy ¿no quieres venir Zel?

-¿Estas seguro que debería ir? -pregunto Zeldris mientras desviaba sus ojos del libro para mirar al mayor-

-No le veo el problema -respondió poniendo sus brazos detras de su cabeza- y no creo que a Tristan le moleste

-Seguro que a esa Diosa si -volviendo su vista al libro-

-¿Elizabeth? ella ya aceptó que somos destinados y que tú eres mi omega, porfavor hermanito ven conmigo, me gustaría que también pasarás tiempo con Tristán

-Esta bien -acepto finalmente despues de algunos minutos-

-¡Si! ¡será divertido, lo prometo! ¡podremos recordar cuando tú y yo íbamos de cacería hace tiempo!

Exclamó el rubio a medida que se dirigía hacia la entrada de la taberna para posteriormente salir por la puerta.

Zeldris sólo lo miro mientras sonreía levemente, finalmente se levantó también de la mesa y lo siguió.

Ambos salieron y estaban afuera de la taberna, asi que activarón sus alas demoniacas y despegaron hacia el grande y brillante cielo azul en dirección al Reino de Liones.

Mientras en la rama de uno de los árboles un pequeño "pajarito" observó todo.
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EN EL BOSQUE DEL REY HADA:

Aquí las pequeñas hadas se encontraban volando hacia varias direcciones, ya que estaban ayudando con los preparativos de cierta boda que sería dentro de 3 días.