Crecer en una familia conservadora y llena de estereotipos es bastante agotador, algo que puede influir en la personalidad y en la percepción de la realidad.
Eso era algo que Yoongi podía confirmar.
Yoongi era un beta demasiado soñador; su mayor su...
Aún así ocupas toda mi mente Ni siquiera creo que te importe como a mí. Debería parar, el cielo sabe que lo he intentado. Let you break my heart again -Laufey
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'Los Caballeros del Zodiaco' se veía de fondo en el televisor, trasmitiendo un episodio que a pesar de ser el favorito de Seokjin, no le prestaba ni un poco de atención.
Solo y recostado en el sofá, el alfa veía un punto fijo de una de las paredes mientras abrazaba un cojín, totalmente ajeno de todo lo que pasaba a su alrededor y pensando en solo una cosa...
¿Cómo puedes vivir sabiendo que estuviste casado con el amor de tu vida, pero ahora son completos extraños?
Seokjin se preguntaba eso todos los días y noches, mirando al techo mientras por su mente pasaban todos los recuerdos de su noviazgo y matrimonio.
Una y otra vez.
Como si fuese una canción popular que no sale de su mente, como si fuese un bucle.
Nunca había sentido tanta tristeza en su vida, nunca había tenido que fingir estar bien por aparentar, su matrimonio aparentemente fallido le había dejado heridas que aún consideraba abiertas, su propia mente echándole sal a la herida una y otra vez. Su hijo le había rogado en múltiples ocasiones que fuese sincero con sus sentimientos, que no dejara que sus pensamientos oscuros lo consumieran, sin embargo; no se sentía con el derecho.
Su querido Jeongguk era quien más sufría aquí, no podía ser egoísta y contarle sus "problemas" a él.
Le dolía ver como su hijo se aferraba a la idea de que su padre beta volvería, que algún día podría regresar temprano a casa para convivir un poco con la que es (o era) su familia. Se llevó una gran sorpresa cuando Jeongguk llegó emocionado a casa, feliz porque se había inscrito al entrenamiento para formar parte de las Fuerzas Especiales y así poder pasar más tiempo con su padre beta, con el objetivo de demostrar que vale la pena.
Eso le dolía a Seokjin porque Jeongguk no tenía nada que demostrar, todo el mundo puede notar su talento con solo prestarle un poco de atención. A pesar de su corta edad, su hijo era una persona autodidacta, sumamente competitivo e inteligente. Le encantaba aprender múltiples disciplinas, pero parecía que Min Yoongi no lo sabía porque en los últimos años no demostraba interés alguno por él.
Le dolía todo el panorama, su corazón y su lobo no podían soportar tantas emociones negativas.
Apagó el televisor y cerró los ojos con fuerza, tratando de retener las lágrimas traicioneras que amenazaban con salir siempre que pensaba en el general Min.
Era triste porque ni siquiera cerrando los ojos podía dejar de ver toda la situación en su cabeza... Empezando como una pequeña llovizna en un vaso de agua, para después escalar a una tormenta eléctrica y terminar convirtiéndose en un huracán que parecía no tener final.
