Crecer en una familia conservadora y llena de estereotipos es bastante agotador, algo que puede influir en la personalidad y en la percepción de la realidad.
Eso era algo que Yoongi podía confirmar.
Yoongi era un beta demasiado soñador; su mayor su...
Ha pasado tanto tiempo, pero si alguna vez piensas que te equivocaste, sigo exactamente donde me dejaste.
Right where you left me -Taylor Swift
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El divorcio para unas personas puede tener un significado positivo, un cambio de etapa y ambiente, algo bueno en sus respectivas vidas.
Para Kim Seokjin era todo lo contrario.
Conocer a Min Yoongi fue lo mejor que pudo pasarle al alfa; aquel chico no solo era un beta, era su beta. Solía pensar que ambos conectaban de una manera especial, que se enamoraron sinceramente como en las películas románticas que veían juntos, que pasarían el resto de sus vidas juntos mientras criaban a su hijo y envejecían...
Tristemente, su matrimonio terminó después de estar 15 años casados.
A 19 años de haberse visto por primera vez y de construir los momentos más felices de sus vidas.
O al menos eso sentía Seokjin.
Cuando se sentía decaído se lastimaba a sí mismo observando las fotos que compartía con su exesposo e hijo, lo felices que se veían los tres; la mano de su exesposo sobre la suya, se miraban tontamente enamorados mientras su hijo se encontraba posando en la foto con una expresión de un típico adolescente, pero irradiaba tanta felicidad en sus bellos ojos negros por el simple hecho de estar con sus padres.
El tiempo se detuvo desde la primera vez que su exesposo faltó a casa. Siente que sigue en el mismo lugar donde Min Yoongi lo dejó; solo con su hijo, como si nunca hubiese existido, como si nunca se hubieran conocido.
Lo que comenzó con unos cuantos días sin estar en casa se convirtieron rápidamente en meses, a un punto donde lo único que Yoongi conocía era el trabajo en las fuerzas especiales. Sin pisar el que se supone era su hogar, sin que supieran absolutamente nada de él hasta que se dignara a regresar a casa solo para volver a irse al día siguiente.
Seokjin no podía llamarle, no podía mandarle mensajes, cuando intentaba preguntar la razón... No había ninguna. Simplemente tenía prohibido tratar de comunicarse con su amado beta.
Justo en ese momento fue cuando aprendió el verdadero significado de mendigar por unas cuantas migajas de amor, sentir que cualquier atención era bienvenida para emocionar a su triste corazón abandonado.
Quería a su beta de regreso. Anhelaba tenerlo en sus brazos y besarlo una vez más.
No podía evitar pensar en él y sentirse terriblemente deprimido por no tenerlo a su lado.
Por no poder amarlo como antes.
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