Crecer en una familia conservadora y llena de estereotipos es bastante agotador, algo que puede influir en la personalidad y en la percepción de la realidad.
Eso era algo que Yoongi podía confirmar.
Yoongi era un beta demasiado soñador; su mayor su...
Esperé mucho tiempo para verte ahí, solo para aprender que nunca te importó. Estás solo, niño Siempre lo has estado. You're on your own, kid -Taylor Swift
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Las dos semanas pasaron rápidamente y el día de la ceremonia llegó.
Seokjin tuvo que faltar a las primeras reuniones para la nueva película que iba a protagonizar solo para tener el privilegio de ver a su hijo iniciando una nueva etapa en su vida.
Había hecho eso en varias ocasiones a lo largo de su carrera como actor; al principio le daba miedo que dejaran de considerarlo como una opción por darle tanta prioridad a su familia, sin embargo, la gente le tenía mucho cariño y tenía la fortuna de ser reconocido por su nivel actoral y dedicación en sus papeles.
Sí, era uno de los mejores actores y más guapos en la industria, tenía muchas libertades porque su presencia siempre aseguraba el éxito.
Gracias a su nuevo personaje tendría mucho trabajo en los siguientes meses, más por haberse tomado la semana para estar al pendiente de su hijo, pero era un sacrificio que valía la pena.
Jeongguk siempre sería su prioridad.
Nunca había visto tan hiperactivo a su pequeño (gran) cachorro, durante toda la mañana lo vio caminar por la casa tratando de asegurar que nada se le olvidara a pesar de haber arreglado sus cosas la noche anterior. Gguk se observó mínimo veinte veces al espejo y le preguntó otras diez a su padre alfa si se veía presentable.
Por supuesto que se veía presentable y tal vez un poco intimidante.
Seokjin reconoce el uniforme que su hijo lleva puesto porque él mismo usó uno parecido cuando hizo su servicio militar en las fuerzas especiales.
Dicho uniforme consta en una camisa negra con unos pantalones del mismo color, eran ajustados pero permitían la flexibilidad en los soldados para una mayor comodidad; lleva arneses en el pecho, brazos y piernas, además de las botas altas que lo hacían ver más grande.
Gguk le recuerda a su yo de hace años.
Se veía increíble.
Tenía mucho que ofrecer al mundo.
Ya en la base de las Fuerzas Especiales, podía ver las manos temblorosas del menor que repetía una y otra vez que estaba nervioso, que no quería decepcionar a su padre beta.
Seokjin trataba de distraerlo con comentarios positivos para que estuviese más tranquilo.
—Tú puedes hacerlo, estoy muy orgulloso de ti –decía el alfa mientras lo abrazaba fuertemente para dejárselo claro antes de que fuese a formarse con sus compañeros.
Firme y demandante, así se veía Jeongguk ya en formación.
No pudo evitar pensar que lucía exactamente como Min Yoongi. Viéndose como todo un profesional y aplicando en su ceremonia todo lo que había aprendido en el entrenamiento, sin titubear en nada, resaltando entre los demás por ser uno de los pocos omegas que ingresan con tan buenas cualidades y aptitudes.
