RIVALES - ♡ NaHyo ♡

Capitulo 16

Otro mes va y viene, el caso es que había sido un mes muy agitado, y Daniel realmente la tenía agarrada con ella. La molestaba todo el tiempo. Le tumbaba los libros, le escondía la mochila e incluso, a veces le quitaba el almuerzo. Nayeon tenía que aguantárselo y rechinar los dientes, más aún cuando lo veía besar con pasión a Jihyo en medio del pasillo. Aun no comprendía cómo no le daba un golpe en la nariz. Si, así de violenta se había puesto Nayeon.

Momo y Jihyo de vez en cuando las atacaban a ella y a sus amigas, pero estaban concentrada en los exámenes. Por eso Daniel y Heechul las estaban relevando, para hacerle la vida imposible a la oji-miel.

Lo único era que ahora siempre encontraba a la rubia mirándola. Nayeon siempre quería mirarla así que no era su culpa, pero se impresionaba al ver cómo sus ojos se encontraban y la rubia apartaba la mirada.

- ¿Por qué siempre terminan en mi casillero, cuando incluso es uno diferente? - preguntó apretando los puños y los dientes.

Observaba a la pareja besarse ardientemente, apoyados sobre un casillero. Su puto casillero. Nayeon pronto estaría lanzando fuego por la boca.

–Tal vez Daniel quiera hacerte enojar - dijo Jeongyeon intentando no observar con asco la escena, se percató de la mirada dolida y enojada de su amiga, y colocó una mano en su hombro-. Recuerda que es una perra, en verdad lo es.

Nayeon no respondió, clavó sus ojos en Daniel, deseando con todas sus ganas ahorcarlo hasta que dejara de respirar. (Dale, nadie te detiene)

Dahyun y Jeongyeon se despidieron de ella, un poco preocupadas. Nayeon quería parecer bien, pero en serio le dolía mucho.

Fue hasta donde estaban ellos y se aclaró la garganta, para buscar su atención. Daniel se separó de Jihyo, la chica tenía el cabello revuelto y los labios hinchados a besos, y ambos la observaron.

- Mi casillero - dijo refiriéndose a la puerta donde estaban apoyados.

Daniel simplemente la corrió a un lado mientras volvía a atacar los labios de Jihyo, Nayeon apretó los puños. Abrió su casillero, escuchando los suspiros y besos de la pareja. Daniel recorría el cuello de  Jihyo con sus labios, pero ella no parecía notarlo, estaba mirando a Nayeon.

Al cerrar la puerta, se encontró con unos ojos marrón obscuro y Jihyo le dio un guiño, antes de volver a agarrar el rostro de su novio y besarlo, Nayeon ahora quería devolver el desayuno.

Era increíblemente repugnante. Los observó un rato, intentando parecer superior. Daniel, fastidiado, se separó de los labios de su novia y observó a la oji-miel con disgusto.

-¿Qué leches quieres?

- No creo que sea correcto besarse en los pasillos, hay una regla - dijo metiendo las manos en los bolsillos de su jeans, debía aparentar tranquilidad.

- Pues yo hago lo que se me dé la jodida gana. Ahora, desaparece - respondió muy cortante el chico y volvió a besar a Jihyo, pero los ojos de la chica, aun besando a su novio, estaban en Nayeon.

Nayeon no comprendió, pero al ver esos hermosos ojos marrones, no pudo evitar sonreír. Hizo una mueca graciosa, burlándose de Daniel, y Jihyo soltó una pequeña risa sobre los labios de su novio. A Nayeon le dio satisfacción y más al ver que su novio le cubrió los ojos a la rubia, para que Jihyo no pudiese verla, y fulminó a Nayeon con la mirada. Ella decidió que era hora de irse.

Fue hasta la biblioteca esa tarde, esperaba poder estudiar para el examen, Daniel había escondido sus apuntes y por eso iba retrasada. Al llegar se encontró con una gran sorpresa. Allí, sentada en la misma silla de siempre, estaba Jihyo. Sintió como que el  corazón se le fuera a salir y sonrió.