jennie
Mientras Lisa sacaba su teléfono de los bolsillos de sus pantalones, una mirada de preocupación cruzó por sus rasgos mientras respondía de inmediato escuchando atentamente lo que decía al otro lado de la línea.
Un ceño fruncido estropeó su hermosa boca rosada mientras sus ojos color miel se oscurecían contradiciendo su ira bien contenida.
"¿Estás segura Chae?" preguntó con voz tierna. La voz más suave que jamás había usado, aunque el brillo acerado permaneció en sus ojos mientras miraba con furia el plato de porcelana frente a ella.
La otra mujer continuó hablando mientras estaba sentada tomando la información.
"Voy para allá." dijo de repente, "...no, lo soy... Será como en los viejos tiempos y veremos tu película favorita".
Mientras ella continuaba hablando, cada palabra tiraba de mi corazón. Por alguna razón desconocida, se me llenaron los ojos de lágrimas mientras hacía lo mejor que podía para parpadear. Yo estaba aquí como su invitada y ella me estaba ayudando. ¿Por qué debería haberme molestado su vida personal?
Como Irene lo había dicho, llegué a la conclusión de que debía haber tenido amantes en todo el mundo y que obviamente se preocupaba mucho por la persona con la que estaba hablando en ese momento. Chae era su nombre. Me la imaginé como una especie de mujer exótica parecida a un modelo. Como el tipo de su fiesta. Justo como el tipo que ella prefería.
Un sabor amargo llenó mi boca ante ese pensamiento. Al terminar su llamada, suspiró frustrada mientras se soltaba la corbata. Cuando finalmente me miró, parpadeó dos veces como si de repente recordara que yo estaba allí.
"Puedes ir si quieres." Le dije mientras ella continuaba mirándome: "Ya soy una carga para ti, lo último que quiero es alejarte de tu... viejo amigo". Le dije refiriéndose a sus palabras anteriores.
Apartando su plato, su boca rosada se adelgazó en una línea irritada mientras me miraba antes de hablar con una voz inquietantemente tranquila: "En primer lugar, no eres una carga". afirmó enfatizando lo negativo de la oración, "...en segundo lugar..." Mientras continuaba, su teléfono sonó una vez más deteniendo su discurso mientras respondía.
"Espera un momento..." le dijo a la persona antes de excusarse de la mesa buscando privacidad mientras subía las escaleras, de dos en dos, dejándome sola en la habitación silenciosa mientras un peso repentino amenazaba con tirarme hacia abajo. .
Agotado por el día, tanto mental como físicamente, no quería nada más que tomar una ducha caliente y hundirme en la cómoda y lujosa cama. Decidiendo aclarar mis pensamientos, me lavé después de tomarme unos momentos para aprender a usar su lavavajillas de alta gama antes de dirigirme a mi habitación para tomar una de las mejores duchas que he tenido.
Mi baño era un poco más pequeño que el de Lisa, pero igual de sorprendente, ya que todavía tenía el doble de tamaño que mi antiguo apartamento. La ducha era como una cascada con múltiples chorros de agua caliente que masajeaban suavemente mi piel. Me quedé allí durante lo que parecieron años antes de cambiarme y ponerme una vieja y gastada camiseta de pijama color melocotón con sus pantalones cortos a juego. Finalmente hundiéndome en la cama, el colchón y las almohadas lentamente me abrazaron en su comodidad, no pude hacer nada para contener el suspiro que escapó de mi boca.
Usando el control remoto cerré las cortinas bloqueando la luz de la ciudad mientras la habitación se llenaba de oscuridad. En cuestión de minutos estaba profundamente dormido hasta que la luz que acariciaba mi cabello me despertó un tiempo después.
Al abrir mis ojos cansados, parpadeé un par de veces para ver la tenue iluminación de la lámpara y la silueta de Lisa mientras estaba sentada con la espalda apoyada en la cabecera de la cama acariciando distraídamente mi cabello. Mirándola, ella miraba al frente perdida en sus pensamientos mientras inconscientemente continuaba tirando de los mechones de mi cabello algo húmedo.
