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Subieron a las gradas poco a poco, el menor sentía un calor tremendo bajo su ropa y es que llevaba una sudadera un poco grande, todo para no quemarse. Muchos miraron raro a MingHao por ir vestido así, además de también llevar unas gafas para el sol y una gorra, le gustaba como estaba vestido pero algunas chicas que estaban por ahí sólo le dieron una fea mirada.

-Bien~ este es un buen asiento- miró a su amigo quien ya tomaba asiento en donde más rayos del sol caían.

¿Se hace o qué?.

-Hyung ¿es en serio? Aquí da el sol más que nunca ¿no me digas que no quieres ir donde está ella? Ya terminaron hace bastante, quedaron bien ¿no?- debía admitir que era muy cobarde al correr de su ex pero por un lado estaba bien ya que ella venía a ver a otro chico de la práctica de fútbol.
-De verdad no quiero, siéntate, empezará pronto- la desesperación que había en el rostro ajeno hizo que tomara asiento viendo como los jugadores que estaban en el campo hacían pequeñas reverencias.
-¿Cuándo entra Jun?- decidió preguntar por la persona que "habían" venido en ese caluroso lugar.
-Estos pequeños salen y su equipo entra- explicó mirando al frente.

MingHao tan sólo soltó un suspiro, ya queriendo ir de nuevo a su casa, debían estar allí más de una hora viendo como el equipo de JunHui practicaba bajo el ardiente sol que parecía que lo iba a matar dentro de poco. Giró su cabeza en dirección de donde provenían unos pequeños chillidos, la cabellera que se movía al compás de la corrida que JunHui hacía en las gradas llamó también su atención y miraba con un rostro serio como este se acercaba a ellos.

-¡Hoshi, MingHao!- saludó agitando la mano y poco a poco fue desacelerando hasta pararse en frente de ambos -Que bueno que vinieron ¿cómo han estado?- MingHao sólo movió las cejas y dirigió a otro lado su mirada hasta que sintió como JunHui le quitaba el gorro y revolvía su cabello.
-¡Oh! ya te lo teñiste de nuevo, quedarás calvo- soltó una risa al ver el color llamativo en el cabello ajeno.
MingHao en cambio sentía que ese color lila con tonos azules y celestes no eran para nada llamativo, no para él.

¿Y a este que le pasa? Viene y me habla muy confiado.

La verdad MingHao sólo había ido allí porque SoonYoung fue muy insistente pero al final prometió que saldrían a comer algo rico por lo cual también lo acompañó, quería estar lo más alejado posible de Wen JunHui ya que por años este le estuvo confundiendo sus sentimientos, actuaba como que no le importara su simple existencia y ahora venía lo hablaba confiado y bromeando. Simplemente no lo entendía.

SoonYoung y JunHui charlaban sin poder quedarse callados y más de dos veces vio como el mayor de los tres ponía su mirada en él, tan sólo intentó ocultar su rostro avergonzado con la gorra que tenía puesta en la cabeza.

-Te llaman- le tocó el hombro al pelinegro y este giró su cabeza haciendo una seña a sus compañeros.
-Nos vemos luego, me cuidan esto- dejó su mochila en un asiento de las gradas y ambos se despidieron de él.

Intentó (de verdad) como pudo no parecer más desinteresado que nunca cuando empezaron a correr como locos detrás de la pelota, le estresaba verlos jadeando y sudando en el campo, razón por la cual decidió jamás practicar fútbol. Miraba cada rato su celular queriendo ya abandonar el lugar, se distraía con cada cosa que veía y jugaba con la botella con agua que tenía entre sus manos. Era totalmente aburrido para él tener que acompañar a SoonYoung sólo para venir a ver a Wen todo sudado y siendo gritado por las chicas que estaban a unos metros de ellos.

Luego de mucho, tan rápido como terminó la práctica se levantó y avisó que iría al baño para lavarse al menos un poco la cara.

Sintió que fue un grabe error ya que este estaba lleno de jugadores sudorosos cerrando el paso al baño. Tragó saliva y como pudo se empezó a mover entre esos grandes cuerpos.

-Con permiso- repetía lo mismo unas cien veces y luego de escuchar palabras desubicadas salir de las bocas ajenas se encerró en uno de los baños apoyando su cabeza por la puerta.
Después de un buen rato escuchó una voz hablarle al otro lado de la puerta, la conocía muy bien y quería fingir que no lo oyó.
-MingHao ya no están, puedes salir- era la voz con tono gracioso de Jun la que hablaba.

Tragame tierra. Pidió para sus adentros.

Sin mirar a JunHui caminó hacia el lavabo para mojarse lentamente la cara cuidando no mojar su bella sudadera del día, siendo observado por la persistente mirada del
pelinegro detrás suyo, lo molestaba demasiado.

-Te ves muy sudado y ni siquiera jugaste- quería entablar una conversación a toda costa con MingHao pero este no quería hacerlo.
-Este calor es asfixiante y más estando sentado en las gradas por más de una hora- también mojó su cabello, tirando la pequeña indirecta de que en ningún momento quiso venir a verlo.
JunHui lo entendió y soltó una risa incómoda mientras lo seguía mirando.
-Se nota que no eres fanático de esto, con razón no practicas- siguió hablando después de la indirecta -Hoshi me dijo que no te gusta porque 'sudas y corres como pendejo en el campo'- recitó las palabras así mismo como las había dicho y soltó una risa, SoonYoung era tan chismoso en algunos casos.
-Y es cierto- fue lo que quiso responder mientras ya caminaba afuera del baño, quería comer ya algo delicioso pagado por SoonYoung.

..。o○

Tiene que ser una maldita mala broma.

Quería llevar sus manos hasta la blanca piel del cuello de su amigo, quien acababa de informar que JunHui iría a comer con ellos. No sabía si reír o llorar.

Caminaban en silencio, SoonYoung miraba y escribía en su celular, JuHui miraba el asfaltado y él mantenía su mirada dura y seria en el frente, cuidando no tropezar mientras seguían su camino.

Al llegar en aquel pequeño restaurante los dos mayores decidieron pedir comida coreana y MingHao pizza, esa tarde tenía ganas de comer chatarra ya que su madre no le dejaba hacerlo todos los días. Llegó a hablar con los chicos un par de veces ya que la presencia de Jun lo incomodaba demasiado, sentía que no podría aguantar tanto tiempo conviviendo con él pero era inevitable ya que era amigo de SoonYoung, no suyo.

Cuando el último nombrado los dejó solos yendo al baño quiso desaparecer así de la nada.

-Te ves muy bien Hao- ahí estaba, la manera que Jun solía llamarlo así lo ponía débil y acostumbraba a usar eso para obtener algo del menor -Ese color te queda muy lindo- fue lo que hizo que sus mejillas empezaran a arder levemente.
No sabía qué decir, pronunciar alguna palabra en ese preciso momento le estaba costando demás que parecía un bebé que sólo balbuceaba.
-Hao- volvió a pronunciar el pelinegro con un tono diciéndole que lo mirara al menos -No te pongas tímido por esto pero de verdad eres bonito- no podía más.
-JunHui por favor para- cerró fuerte sus ojos levantando la cabeza -Sabes que esto me hace mal, así que ya no lo hagas- el mayor sabía sobre su debilidad hacia él, de cómo se sentía.
-¿Debería? Es que no puedo contigo- respondió descaradamente enojando a MingHao quien abrió sus ojos mirándolo mal, con molestia.

Y antes de poder contestar con alguna palabrota a su mayor la presencia de SoonYoung lo detuvo, haciendo que volviera a su porción casi terminada de la pizza.

No lo entiendo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora