C A P I T U L O 2

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Han pasado más de 18 años luego de que Ophelia, Dionisio y Dimitri se fueron de Rusia y llegaron a Londres

Nada había cambiado, o bueno, la actitud de su padre cambió un poco cuando su hijo cumplió 11 años, lo metió a las clases de soldado para ser un guerrero como él en su juventud. Su madre intentó impedirlo pero no logró hacer nada

La gente conocía a dimitri como el dulce chico que siempre estaría dispuesto a ayudar a los demás aún que él estuviese muriendo, la gente del pueblo lo adoraba muchísimo, pero los soldados que eran entrenados (sus compañeros) lo veían como alguien débil, inútil e inservible, ya que no era muy común que un hombre con esa actitud estuviera en el ejército

Por lo que sufría acoso por parte de sus compañeros desde los 15 años, su madre le rogaba a su padre que hiciera algo pero Dionisio se negaba rotundamente diciendo “Ya es un muchacho, debe aprender por su cuenta”

Algo que le destruía a su madre




1784, Londres, Inglaterra

Era un día como cualquiera, Dimitri se encontraba dormido en su cuarto hasta que escucho las voces de la gente afuera, sabia que ya era hora, se levantó de su cama y se puso su ropa negra con una camisa de botones al igual que el pantalón y unos zapatos negros, en un momento vio su posible traje de batalla, para él era hermoso

Una camisa negra con unas líneas en la parte del cuello blancas y su pantalón era igual solo que las líneas estaban en la parte del cinturón junto con unas botas largas negras

Lo que más deseaba era algún día usar esa ropa y ser algún soldado, y enorgullecer a su padre algún día

Salió de sus pensamientos al recordar que tenía que salir antes de que su padre despertara, él no ejercía violencia con el, Dionisio estaba en contra de cualquier tipo de golpe, él prefería usar las palabras para defenderse o atacar

Dimitri antes de salir comio algunas uvas y fue a despedirse de su madre que aún dormía plácidamente

—te veo en la noche mamá—dijo con una sonrisa desde la puerta, su madre abrió un poco los ojos y ella le devolvió la sonrisa alegre aún en la cama

—te prepare estofado luego—ella le dijo adiós con su mano y él cerró la puerta, cuando empezó a acercarse a la puerta vio una sombra grande, su padre

Dimitri no le daba miedo su padre, lo respetaba pero algunas veces llegaba a temerle por sus palabras o aveces hasta acciones

—¿que te dijo tu mamá?—pregunto mientras estaba recargado en marco de la puerta, mirándolo a los ojos

—que hará estofado—

Su padre asintió, miro a su hijo una última vez para luego quitarse del marco y le tocó el hombro para susúrrale

—el comandante quiere verte—dijo el, la piel del pobre Dimitri se erizó rápidamente, pero él lo ocultó

—Perfecto, hasta luego, Dionisio—dijo él y empezó a irse de allí sintiendo la mirada de su padre. Cuando empezó a ir a la academia de soldados de londres dimitri comenzo a llamarlo "padre" o dionisio sin que su madre se diera cuenta

Las calles estaban repletas de personas quienes saludaban al chico con felicidad

—¡Dimitri, hola!—saludo un hombre que cargaba paja—¿al ejercito muchacho?—

—por supuesto, ¿no desea que le ayude? Es mucho para usted—

—oh no hijo estás muy…—él iba a hablar pero Dimitri tomó el saco lleno de paja y lo empezó a cargar hasta su casa—siempre tan terco, ¿no?—decía entre risas el señor mientras que el chico lo hacía igual

No hicieron mucho tiempo y llegaron a la casa del hombre, era una casa muy pequeña echa de ladrillos con un patio pequeño, en el techo se veía una pequeña chimenea pero había un gran hoyo en este

—¿por que hay un hoyo? No recuerdo ninguna tormenta últimamente—

—oh es que hace poco mi hijo menor se cayó del techo y se hizo ese hoyo, pero luego lo repararé—decía mientras llegaba a la puerta de su casa con una sonrisa, era muy agradable estar con él, tenía Dimitri entendió que era; el señor, su esposa y sus cinco hijos. Dimitri logró ver un poco de la casa del señor, había unas escalerillas que se veía que era el cuarto de los pequeños

—Cuando pueda, vendré para ayudarlo con ese horrible hoyo—dijo mientras dejaba la paja en el jardín

—eres demasiado dulce y amable Dimitri, que eso no te haga menos al lado de tus otros compañeros—decía el señor yendo a abrazar al chico que era bastante alto que le llegaba al hombro—nadie en este mundo es más hombre que el otro

Dimitri sonrió con sus palabras y se fue yendo hacia el palacio de Londres donde estaba el lugar en el que entrenaba, llegó y unas miradas de desaprobación de sus compañeros no se tardaron en llegar

—escuche que secretamente que es una mujer—susurraba un chico cerca de Dimitri este solo negó con su cabeza

—¿Por qué lo dices?—pregunto con el que el chico que critico a Dimitri

—dios mío, ¿No te das cuenta? Tiene la actitud de una chica, es dulce, amable, bondadoso y le ayuda a su madre en la cocina, ¿Quien en su sano juicio como hombre haría algo como eso?

El otro chico comenzó a reír

mientras iba caminando a la oficina del comandante esperándose lo peor,  Dimitri se armó de valor y tocó la puerta

“Pase” sono desde la puerta, respiro hondo y entro

—¿me necesitaba señor?—pregunto abriendo la puerta

—Dimitri VanSogh, venga aquí—indicó el señor que lucía un monóculo negro y un sombrero negro gigante que cubría su calvicie—yo se lo que dice la gente sobre usted, que es un bueno para nada y que es un poco hombre

—tengo entendido eso—decía fingiendo que no le molestaba que le dijeran así

—que usted nunca llegará a ser un guerrero de grande rango…—estaba sacando unos papeles de su escritorio

—si me permite hablar, si quiere que me valla de la academia por esos comentarios y por qué usted lo cree, lo haré sin ningún reniego—alzo la ceja en la última oración, el señor miro al chico con una sorpresa

—¿tu?¿irte? Se ve que no sabes escuchar y luego hablar

—¿eh?—miro al comandante con confusión

—estoy seguro que hace poco te enteraste que Francia le declaro la guerra a Reino Unido, queremos que estén nuestros mejores soldados, pero no tenemos mucho tiempo para seguir el entrenamiento asignado, al verte tan decidió, me di cuenta que eres perfecto para la misión de ser el líder del ejército y en esta misión—

Dimitri se quedó atónito, no podía creer las palabras que escuchaba, jamás había recibido una misión, estaba tan feliz que solo se imaginaba el orgullo que sentirá su padre

—pero tienes otro labor, la hija del rey de Italia, Delailah se escapo hace poco y ellos piden que la busquemos, dicen que llegó a los bosques de londres hace poco. Tu segundo labro será encontrar a la princesa y llevarla con su padre, ¿Lo has entendido?—

—si mi señor, todo ira de maravilla, yo sé lo que le digo—el señor le pidió que se fuera y que en dos días se iría

Al fin lograría ser un soldado que enorgulleceria a su familia, que sus compañeros por fin lo respeten

Que su padre al fin viera en el gran hombre que se convertiría...

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⏰ Última actualización: Apr 01 ⏰

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