II.

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 En la enorme ciudad de Manhattan, una yegua joven caminaba con gran velocidad por las grandes calles llenas de gente. Marie Paw, una yegua de color anaranjado y su melena de color rojizo fuego. Estaba nerviosa, y su aspecto no se veía bien. Mientras cruzaba la calle, un conductor de taxis frenó bruscamente al verla cruzando sin detenerse. El conductor la reprimía gritando bruscamente, ella sólo le hizo un gesto de enojo y continuó su camino sin pedir disculpas. 

- Tengo que llegar allí - . Pensaba mientras aceleraba su paso.

 El día estaba nublado, con intenciones de llover, tal así que los ponis se colaban para pedir taxis y no caminar bajo la lluvia. A la pony poco le importaba, ya que casi estaba llegando a su destino.

  Entró rápidamente al hospital central de Manhattan, y llegó hasta el consultorio de su ginecóloga. Abrió bruscamente las puertas, y esto llamó la atención de la ginecóloga.

- Marie, qué sucede? - Interrogó la ginecóloga asustada por tal brusquedad.

- Necesito que me hagas un chequeo. Necesito comprobarlo - . Dijo decidida Marie.

- De acuerdo - . Dijo ya relajada la ginecóloga. - No te asustes tanto, ven, recuéstate sobre la camilla - .

Luego de que Marie estuviera acostada en la camilla, la ginecóloga comenzó con los chequeos para comprobar si Marie estaba embarazada. Merie por dentro rogaba de que saliera negativo, de lo contrario, su esposo la descubriría y le pediría el divorcio por infiel, ya que el era estéril.

La ginecóloga lanzó un suspiro de estrés mientras miraba aquellos resultados en la pantalla. Le indicó a Marie que se bajara de la camilla y se sentara en los sillones enfrentados al escritorio de ella.

- Mira Marie... Tus sospechas fueron ciertas. Estás embarazada - . Dijo mirando seriamente a Marie.

Marie se golpeó la cabeza con su casco y lanzó algunos insultos que están fuera de lugar.

- Marie, cálmate. No es el fin del mundo - . La tranquilizó la ginecóloga. - Pero quiero que me digas el por qué le fuiste infiel a tu esposo. No se supone que lo amas? - Preguntó con seriedad y a la vez con reprimenda.

- Sí, yo amo a mi esposo - . Se justificó con lágrimas en sus ojos. - Pero esa noche en la fiesta de mi mejor amiga, me dejé llevar por un joven que estaba allí. Tenía intenciones conmigo, y por consecuencia del alcohol... - . Intentaba explicar mientras sollozaba.

- Eso no es justificación Marie. Si realmente amaras a tu esposo no lo habrías engañado - .

- Abortaré - . Dijo decidida Marie ya levantándose de la silla para irse.

- Claro que no!!! - . Gritó la ginecóloga. - No vas a castigar a un bebé inocente por tus malas acciones! El bebé no tiene ninguna culpa, y no le harás daño! - . Completó. 

- Entonces qué hago??? - . Dijo Marie cansada de aquella discusión.

- Le dirás la verdad a tu esposo, y si no quieres hacerte cargo del bebé, puedes darlo en adopción. No vayan por el camino malo y simple - . Dijo la ginecóloga.

- De acuerdo, pero deberás de ayudarme en esta situación tan complicada - . Acordó Marie.

Marie salió del hospital estresada por aquella situación. Su ginecóloga tenía razón, debía decirle la verdad a su esposo, Brett. Pero corría el riesgo de que le pidiera el divorcio, y se quedaría sola y sin nada, ya que la propiedad es de él. Continuó su camino mientras miraba el suelo apenada, y de repente unas pequeñas gotas comenzaron a rozar su anaranjado cuerpo. ésto le dió una señal de advertencia, ya que comenzaría a llover y no había taxis disponibles, todo el mundo los ocupaba. Minutos después una gran lluvia se desencadenó en la gran ciudad, y no tuvo más remedio que correr a su casa.

- Hola cariño, en dónde estabas? - La recibió su esposo, quien estaba algo preocupado por su desaparición tan repentina.

- Ho... Hola Brett. Escucha, debo de decirte algo muy importante, pero quiero que mantengas la calma y me escuches, por favor - . Dijo Marie nerviosa.

- Si, claro amor. Qué sucede? - . Dijo Brett asustado por aquellas palabras.

- En la fiesta de mi mejor amiga Lissy, había un muchacho... Como de nuestra edad. Y comenzó a tirarme indirectas, ya sabes sobre qué. Esa noche yo había tomado mucho, y creo que perdí la cabeza...

- Que?? - . Dijo Brett comenzando a entender lo que quería decirle Marie.

- Entonces, me dejé llevar y acepté la preopuesta del chico - . Dijo Marie con lágrimas en los ojos. Tengo un retraso de un mes, y comprobé mi embarazo esta tarde en el hospital.

 Brett estaba atónito. Su corazón se aceleraba cada vez más que intentaba asimilar toda la confesión de su esposa. Se levantó rápidamente mientras le caían algunas lágrimas en sus ojos.

- Jamás pensé que serías capaz de algo así - . Susurró el. - Quiero el divorcio ahora mismo! - .

- Por favor Brett, todo menos eso. Apóyame en esta situación tan horrible!! No me dejes!!! - . Gritaba fuertemente Marie.

- Olvídate de mí, me he casado contigo justamente por tu amor y fidelidad incondicional. Pero me he equivocado. He cometido un terrible error - . 

Brett salió de la casa pegando un gran portazo y dejando a Marie sola.

Ojitos de botónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora