Ojos ciegos amor sincero

1.¡Alexis es una timida!

Antes de nada, aclaro, la historia es ficción, cualquier parecido con personas de la realidad, es mera coincidencia.

O no.

ALEXIS

Veia como la profesora Lidia explicaba distintas cosas de matemáticas.

No entendía nada.

Tampoco me esforzaba, pero es que a fin de cuentas si sacaba menos de un siete, mi madre me iba a matar, ella estaba obsesionada con los estudios.

Y esta pelinegra no se iba a dejar matar por una señora loca de las notas.

Intente prestar mi máxima atención, para no acabar en una tumba a 300 metros bajo tierra.

Aún tenía pendiente vivir mis escenas de 50 sombras de Grey, así que no, no iba a morir ni hoy ni mañana ni nunca.

Soy imposible de matar.

Mierda.

Me había distraído un poco, y ya estaba sonando el timbre para ir al recreo.

Me levante de mi sitio para ir al patio y me encontré a Andrés.

Andrés, el chico que me gustaba, un morenito lindo, el chico de mis ojos, el que me ignoraba, el que me trataba mal, el que hablaba mal de mi, al que le daba asco.

Y aún así, me seguía gustando, y sufría por el.

Sophia me agarro del brazo y me llevo para no quedarme embobada del moreno, ella me regañaba y yo hundida en mis pensamientos.

— No entiendo como te puede gustar, es horrible de ver. —Dijo ella burlándose de mí.

— Algún día estarás como yo, no te quejes mucho, corazón de piedra.

Caminamos hasta nuestras amigas.

Samira, la que se enfadaba sin razones, la doble cara que hablaba mal de nosotras.

Xóchitl, la que se inventaba cosas de todos.

Y Talia, la que se creía que le gustaba a todos, la que "mandaba aquí", la más doble cara de todas, la que también hablaba mal de nosotras.

Y aún así, eran nuestras amigas.

— Otra vez con Andrés?...Uff mejor no te digo algo porque te enfadas, Alexis. —hablo Talia al vernos llegar.

— Pero no he dicho nada de An-

— Me miro fijamente en clase, y se sabe mi nombre. —Me interrumpió Talia sacando unas de sus muchas tonterías.

Así estaba todo el día la condenada.

— Que insoportable. —susurre hacia Sophia.

Ella asintió y empezamos a hablar entre todas.

Mire hacia la cancha de fútbol, estaba Andrés jugando sudado.

Yo no le veía lo feo, pero todas decían que era la cosa más fea que habían visto en sus vidas, y no me da mucha gracia que digan eso.

Solo se lo perdono a Sophi.

Y bueno, eso era un día a día en mi colegio.

Realmente se me había hecho una ruti-

Por primera vez, Andrés, había conectado miradas conmigo.

De un momento a otro sus amigos me habían llevado frente a él, obligándome a declararme.

— Le gustas a Alexis! —dijo Ainara, una chica con la cual me llevaba más o menos bien.

Y para mi mala suerte, puso la peor cara del mundo.

Me rompió el corazón.

— Díselo Alexis! —gritó Daniel al lado de Andrés.

No, no, no , no , no.

— ¡Alexis es una tímida! —gritó una voz irreconocible.

Alexis es una tímida...

Por eso tenía tanto miedo a socializar.

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Para aclarar, es una historia basada en hechos reales, por eso lo del principio.

No todo pero el 70 por ciento si.

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