¡Baila conmigo!

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Lucifer estaba limpiando algunas mesas antes de que abrieran el restaurante

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Lucifer estaba limpiando algunas mesas antes de que abrieran el restaurante.

Trabajo y entregó sus mejores servicios con mucho ánimo, hasta que sintió un dolor fuerte en su vientre, mala señal, el sabía el porque, ¿Cómo se le pudo olvidar? ¡Su ciclo de celo comenzaba hoy! Se excusó con su superior y se dirigió al baño para pensar en como afrontar la situación.

—Okey... Necesito respirar—se vió en el espejo—Estoy lejos de casa, no puedo caminar así, y usar el transporte público, ¡pensarían que me estoy prostituyendo ahí mismo!—Se colocaba su cabellera rubia hacia atrás con desesperación— ¡Lo tengo! ¡Llamar a alguien!

Buscó en su bolsillo su teléfono con desesperación y empezó a llamar a gente confiable para él, primero intentó con su madre, no contestó las primeras 5 llamadas, intentó con su amigo Fizzarolli, gracias a Dios contestó, era otro omega, podrían ayudarse entre si.
Así fue, Fizzarolli lo llevó a casa y compró algunas pastillas inhibidoras.

— ¿Cómo te sientes? —Le ofreció un vaso de agua y las pastillas.

—No me encuentro bien.—tomó la pastilla.

— ¿Y si te funcionan?

— Sí, pero no dura mucho el efecto... Y tiende a dar algun efecto secundario...

— Eso me tranquiliza, bueno, un poco —Sonó una música de notificacion en su celular— ¡Oh, es Ozzie!—El de igual tamaño sonrío.

— Seguro es lindo tener a alguien que te ame tanto como él lo hace.

—Supongo, bueno, para mí es algo muy tierno, e increíble... Y Bueno, Soy todo suyo por los siguientes 4 años.

—¿Que quieres decir?

Fizzaroli se baja el cuello de su franela  revelando la marca rojiza que se encontraba en su glándula de apareamiento.

Lucifer se sorprendió y saltó sobre él—¡No lo hiciste! — El rubio se rió — ¿De verdad lo hiciste?

—Sí, pero tranquilo, no me embarazaré si es lo que temes.

—¡No es eso! Es increíble... Lo imaginé de ozzie- digo, Asmodeo, ¿pero de tí? jamás.

Jajajaja, siempre espera lo inesperado.

—¿Y... como fué?

—¿Qué cosa? — El de ojos azules se sonrojó mientras creaba un silencio en la habitación, Fizzarolli comprendió de inmediato —Oh, lo olvidé, eres todo un virgen.

—¡Oye!, ¿recién lo hiciste y me vienes con ese argumento?

—¡Jaja! Pues no es la gran cosa, Lu.— Se siente bien, es como masturbarse, pero mejor, ¿sabes? Más sensaciones —No le daba pena expresarse así con Lucifer.

Entre lápices y hojas estás tú [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora