Conociendo a los Targaryen | Jacegan (Cregan x Jace)

1.

Cregan Stark conoció a Jacaerys Velaryon un día como cualquier otro. Se había mudado no hace mucho a King's Landing y estaría viviendo un tiempo ahí supervisando la construcción del nuevo restaurante de la cadena de restaurantes que manejaba su familia.

Llevó a pasear a su perro, Shade, al parque como todas las mañanas y aprovechaba para hacer algo de cardio con él. Estaban haciendo su carrera matutina habitual cuando de forma repentina su perro salió disparado y como Cregan estaba distraído soltó la correa.

Aparentemente un chico que estaba delante de ellos estaba jugando a la pelota con su propio perro, y eso había llamado la atención de Shade.

De forma apresurada, Cregan trotó hasta llegar a su perro, quien sin ninguna vergüenza atrapó la pelota y se la llevó al chico. Shade se quedó sentado delante el muchacho castaño con la pelota en el hocico esperando felizmente para seguir jugando. El perro de Cregan era todo un caso.

Se posó del lado del chico una vez que llegó hasta ellos.

—¡Shade! —regañó al can, el nombrado ni se inmutó. Se giró para mirar al chico de forma apenada. —Lo lamento mucho. —se disculpó.

El muchacho no se veía molesto en lo absoluto, es más parecía que se divertía por toda la situación. Soltó una pequeña risa.

—No te preocupes, así son los perros. Soy Jacaerys, por cierto, pero llámame Jace. —le tendió la mano.

Cregan la estrecho fácilmente.

—Cregan, es un gusto conocerte, Jace. —soltó su mano un poco a regañadientes.

Jacaerys era hermoso, no había otra palabra para describirlo. Tenía cabello castaño rizado, que le llegaba hasta los hombros, ojos color chocolate que parecían cobrizos a la luz del sol y labios carnosos que parecían tan esponjosos y suaves. Jacaerys era tan exquisito. Aunque se veía muy joven, no podía tener más de 18 años.

El cuerpo de Jace era delgado, pero tonificado. Iba vestido con una camisa de seda manga larga color lila, que se adhería muy bien a su torso, que dejaba un poco expuesto su pecho cremoso, llevaba puestos unos jeans ajustados que no dejaban nada a la imaginación de color negro y unos tenis del mismo color que sus jeans. Por lo visto Jacaerys venía de una familia acaudalada.

Jace carraspeo, sonrojado. Se dio cuenta del escrutinio de Cregan. Cregan quería golpearse a si mismo.

—Es muy bonito tu perro. —elogió Jace, mirando al canino. —Shade, ¿no? ¿Qué raza es?

—Es un calupoh, es mitad lobo y mitad perro. —respondió sin dejar de observar a Jace. Era tan bonito.

Jace miró con asombro a Shade.

—Que genial, me encanta su pelaje todo negro y sus ojos, son naranjas, ¿no? —inquirio, arrodillándose frente a Shade.

Jace volteó su mirada al no recibir respuesta de Cregan, el cual estaba ensimismado admirando la belleza de Jacaerys. Al ser atrapado, Cregan se apresuró a responder.

—¡Si! Lo son. Son naranjas. —se sonrojo un poco.

Jace se rio dulcemente y volvió su atención a Shade.

—¿Puedo acariciarlo?

—Por supuesto, él es muy cariñoso. —accedió fácilmente.

Shade siempre a sido muy sociable y no le es difícil ser cariñoso con extraños.

Jace acarició a Shade sin pena, pasando su diestra por su lomo.