Capturado

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Pov's Alastor

Negro.

Todo lo que veía en esos momentos era negro, sentía que flotaba, pero a la vez no. Miró sus manos, logrando distinguirlas entre tanta oscuridad.

Un llanto familiar le llamó su atención...se preguntaba de quién era, suponía que era de alguien que conoce o conoció porque su pecho se sentía oprimido.

Quiso acercarse al lugar de donde venía aquel llanto, avanzó unos cuantos pasos cuándo sintió como lo jalaban hacía atrás.

Cayó al suelo.

Giró su cabeza y se dio cuenta como una cadena blanca y brillante caía por su cuello. Aquello iluminaba gradualmente su entorno. Estaba en un lugar como una habitación oscura.

Decidió con su vista seguir el camino de donde provenía aquella cadena, llegando al inicio donde observaba como una pálidas manos femeninas la sujetaban, no lograba verle el rostro pues una máscara lo cubría, aquella máscara tenía una imborrable sonrisa, una máscara similar a los ángeles exterminadores.

Se levantó con enojo, sin borrar su sonrisa, decidió atacar invocando sus sombras, pero estas no aparecieron.

Nuevamente aquella mujer jaló la cadena, envolvía la cadena entre su brazo mientras se iba acercando cada vez más a él.

Sentía que jalaban su cuello, él oponía resistencia, pero terminaba cayendo de rodillas delante de aquella mujer. Un sentimiento de frustración e ira inundó su pecho.

Una risa maquiavélica salía de los labios de la fémina. Escuchaba también como aquel llanto femenino crecía. Ambas voces resonaban en sus oídos, sentía que todo a su alrededor giraba, su vista se volvía nublosa,

Despertó agitado, sentía que le faltaba la respiración y un sudor frío recorría su espalda, se sentó en la cama. Llevó su mano a su cabeza y peinando hacía atrás sus cabellos.

Apretó sus garras contra su palma, lastimándose en aquel momento, no le importó ver la sangre caer.

Había tenido una jodida pesadilla, frunció el ceño.

Se sentía incómodo, atado, y esos sentimientos no le gustaban para nada. Él debía ser la maldita pesadilla de la gente, no tenerlas él.

Sabía que su subconsciente le estaba avisando que él no era libre, era un recordatorio.

Apretó sus labios con molestia.

Se levantó de su cama, chasqueó sus dedos encontrándose vestido de inmediato. Miró el reloj cucu que tenía en su pared, eran las 01:00 am, sólo había dormido una hora y con eso bastaría por el resto del día.

Salió de su habitación, estuvo tentado a entrar al cuarto de Charlie y verla dormir plácidamente en su cama, un rato. Negó con su cabeza, no era el momento, sentía en su pecho una sensación incómoda.

Decidió bajar por las escaleras, necesitaba darse un respiro. Le agradaba el hotel en penumbras, sentía una comodidad increíble, el no ver a esos molestos huéspedes le daba paz. Verlos todos los días no le agradaba para nada, ver tantas almas reunidas en un sólo lugar y no poder torturarlas era asfixiante. Su único alivio era ver y pasar tiempo con su Charlotte, estar junto a ella le regalaba la misma sensación de satisfacción que sentía cuando torturaba y transmitía los gritos de los pecadores en su programa de radio.

Moverse entre las sombras era relajante, sus nervios ya estaban encontrando la calma, luego de haberse sentido frustrado de saber que no tenía el control total sobre sí mismo.

Sabía que había hecho un trato realmente jodido, que le daba sentimientos encontrados.

Decidió sacar eso de sus pensamientos.

El hechizo (Alastor x Charlie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora