tanjiro el esclavo

prologo

La Última Familia Solar

Narrador: En una fría tarde de invierno, el aire helado cortaba la piel mientras el pequeño Tanjiro lloraba desconsoladamente junto a su madre, Nezuko, y sus hermanas. La tragedia se cernía sobre la familia Kamado, pues el destino ya había comenzado a tomar un giro cruel.

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Narrador: Un año después, Tanjiro, ahora de 14 años, pensaba en su vida. La vida que había quedado marcada por la muerte de su padre, quien había sucumbido a una enfermedad que lo consumió lentamente. Tanjiro, desde entonces, se había convertido en el pilar de su familia. Su madre, siempre preocupada por su bienestar, le insistía en que no se dejara arrastrar por las mujeres ricas que venían a su hogar, ofreciéndole dinero a cambio de compañía.

Nezuko, con su carácter protector, siempre lo acompañaba cuando alguna de esas mujeres se acercaba. "No dejes que te hagan nada", le repetía constantemente.

Tanjiro (pensando): "No sé qué quieren de mí, pero Nezuko siempre me protege. No quiero que ella sufra. ¿Por qué mi madre me dice que tengo derecho a tener una vida normal? Quiero ayudar, quiero que mi familia esté bien."

Una noche, Nezuko, preocupada por la salud de su hermano, decidió que ella iría a hacer las entregas de carbón esa noche, para que Tanjiro pudiera descansar.

Nezuko: "Tanjiro, quédate en casa. Descansa, no quiero que te enfermes más."

Tanjiro: "Pero... Nezuko, ¿y la familia? Yo debo ayudar."

Nezuko: "No te preocupes, yo iré. Solo recuperate."

Con esas palabras, Nezuko salió en la noche, dejando a su hermano solo en casa. Lo que no sabía era que esa decisión marcaría el fin de su familia.

Narrador: Esa noche, cuando Tanjiro se encontraba descansando, algo horrible ocurrió. La puerta de su casa se abrió con un golpe seco. Muzan, con una sonrisa siniestra, entró en la casa de los Kamado, trayendo consigo la muerte y la destrucción.

Muzan: "Así que la familia de Yorichi sigue viva... ¿Cuánto tiempo creen que podrán sobrevivir?"

Narrador: Tanjiro escuchó el ruido en la puerta, pero antes de que pudiera levantarse, su madre irrumpió en la habitación, pálida y temblando.

Madre de Tanjiro: "¡Salgan de aquí! ¡Rápido! ¡Corran!"

Con un movimiento rápido, la madre intentó proteger a sus hijos, pero fue demasiado tarde. Muzan mató a la madre de un solo golpe. Tanjiro intentó correr, pero una fuerza inmensa lo derribó.

Muzan (con voz fría): "¿Qué tenemos aquí? El hijo de Yorichi. ¿Creías que podrías vivir en paz?"

Narrador: Tanjiro intentó gritar, pero una brutal bofetada lo dejó atónito, llevándolo a caer al suelo. Sus hermanos ya no estaban; la casa se llenó de la desesperación más profunda. Cuando vio a su madre caer, una furia y un dolor indescriptible se apoderaron de él.

Tanjiro: "¡Maldita seas! ¡¿Por qué?!"

Narrador: Muzan no mostró piedad. Primero le rompió un brazo con facilidad, y luego se acercó a él, disfrutando del sufrimiento del joven.

Muzan (con una sonrisa sádica): "Eres el hijo de un demonio legendario... La herencia de Yorichi se extinguirá aquí. Y tú serás el último en sufrir."

Tanjiro, gritando de dolor, fue sometido a torturas físicas, con la esperanza de que la agonía lo desbordara. Cada golpe era más fuerte que el anterior. Pero Tanjiro seguía resistiendo, aún aferrándose a los recuerdos de su madre y sus hermanas.