el precio de la libertad~Radioapple

XI

Alastor y Lucifer habían pasado las últimas horas de la tarde conversando, pero al divisar por los ventanales del hotel el grupo de Charlie acercarse, la tensión se apoderó de Lucifer.

_¡Mierda! Charlie no puede verme así, debo cambiarme y... ¡por todos los demonios! Charlie me matará si ve que retiré las cosas de su madre_ lucifer comenzaba a frotar ansiosamente sus manos.

_ Con calma, su majestad_ Alastor intervino con tranquilidad, realizando un gesto de su mano para cambiar el traje arrugado y lleno de lágrimas de Lucifer por uno nuevo del mismo estilo. _En cuanto a su habitación, evitaremos que Charlie entre hasta que esté preparada para saber sobre su madre.

_ No, no, no... ella no puede enterarse, si se entera, ay... no podría verla sufrir tanto_ lucifer seguía manifestando su angustia mientras luchaba por controlar su respiración.

La puerta principal se abrió de par en par, revelando la entrada triunfal de Angel Dust, quien se dejó caer en el sofá.

_ Qué buen puto día tuvimos, solo me faltó coger un poco, pero eso ya será mañana_ declaró Angel con su típica despreocupación, observando a los dos demonios que quedaron solos. _¿Y ustedes por fin hicieron las paces y se dieron duro?_ preguntó, riendo entre dientes. _O ¿qué pasó con esas marcas, querido Alastor?_

Lucifer y Alastor intercambiaron una mirada rápida, recordando las marcas dejadas por las cadenas de Lilith.

_ Oh, Angel, siempre tan atento a los detalles_ respondió Alastor, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. _Pero lamento decepcionarte, estas marcas son de aquella disputa con Adán, solamente sucede que hoy no las cubrí._

La llegada de Charlie interrumpió la conversación, y con su presencia, la atmósfera se cargó de una tensión silenciosa.

_ Papá, Alastor, ¿estuvieron bien? Espero que no haya habido inconvenientes_ dijo Charlie, con una mezcla de curiosidad y preocupación en su voz.

_ Claro que sí, mi niña_ respondió Lucifer, disimulando la tristeza que lo había abrumado esa tarde. _Alastor cocinó excelente, y pasamos una linda tarde._

Charlie asintió con la cabeza, aunque su expresión denotaba confusión y desconcierto al ver a su padre fuera de su habitación.

_ ¡Ah! ¡Hay mucho por limpiar! Jajajaja_ irrumpió Nifty, entrando con su escoba y llevándose los platos y tazas de la mesa.

_ Fue un día agotador, iré a mi habitación a descansar_ anunció Lucifer, aunque su mirada revelaba una preocupación que no podía ocultar.

_ Claro, papi, te veo allí en unos minutos, ¿sí?_ respondió Charlie, pero una sensación de incomodidad empezaba a anidar en su pecho, al no saber que sucedía ahora con su padre.

_ quizás mañana cariño hoy deseo dormir mucho_ dijo dándole después un beso en la frente para retirarse

Mientras Lucifer subía las gradas de aquel hotel, Charlie se volvió hacia Alastor, con una pregunta que había estado pesando en su mente.

_ ¿Podemos hablar?_ preguntó Charlie, y Alastor asintió, llevándola al pequeño bar mientras Husk se acercaba para servirles algo.

_ ¿Qué pasó con mi papá? Lo veo decaído... ¿volviste a hacerle comentarios crueles sobre mi madre? Alastor, eres mi socio y aún más, eres mi amigo, pero no puedo permitir que hagas daño a mi padre, ¿sabes?_ le advirtió Charlie.

Alastor se sintió momentáneamente atrapado por la mirada intensa de Charlie, pero logró recomponerse y responder con una sonrisa tranquila.

_ Querida Charlie, no pienses en mí como alguien tan cruel. Cometí el error de lastimar a tu padre mencionando a tu amada madre, pero la culpa me consumió_ mintió con suavidad, ocultando sus verdaderas intenciones. _Hoy estuve para él y lo atendí como debía ser. Después de todo, él es el rey y también tu padre. No puedo ignorar esos hechos y tratarlo de manera hostil._

Charlie asintió, pero aunque nunca dudaría de un demonio tratando de reenmendar su camino.
Alastor a pesar de ser de sus favoritos en aquel hotel... No se fiaba de él, había algo en su forma de expresarse o quizás en su mirada, Charlie deducía que traía entre manos algún plan en contra de su padre.