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“ 𝙽𝙴𝙽𝙰 𝚁𝙰𝚁𝙰 𝚅𝙴𝚉, 𝚃𝙴 𝚅𝙸 𝙱𝙸𝙴𝙽, 𝚃𝙰𝙽𝙳𝙾' 𝙲𝙾𝙽 𝙰𝚀𝚄𝙴𝙻 . ”
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𝕷𝐀 𝐅𝐈𝐄𝐒𝐓𝐀 𝐀 𝐋𝐀 𝐂𝐔𝐀𝐋 𝐁𝐋𝐀𝐒 𝐇𝐀𝐁𝐈𝐀 𝐂𝐎𝐍𝐂𝐔𝐑𝐑𝐈𝐃𝐎 parecía no tener fin. La gente llegaba y llegaba, a ese punto, gente completamente desconocida para el. Que seguramente se habían colado en la fiesta, fiesta la cual se suponía y sería simplemente una reunión y festejo de “amigos”, una completa mentira.
Mientras se encontraba recargado sobre una de las paredes de la casa, y un vaso reciclable con algún líquido alcohólico de la fiesta sobre sus manos, sus ojos se toparon con la pareja más infeliz que el conocía.
Tal vez lo era para el, para Abril, la novia del pelotudo de Federico, no parecía ser una relación tan infeliz. Blas pensaba que la pobre piba por hay no se daba cuenta de lo mucho que se perdía estando con un tarado como con el que estaba. No la conocía del todo, pocas veces habían intercambiado palabras por que Federico no la dejaba hablar con ningún pibe que no fuera el, cada vez que la llevaba a alguna juntada de amigos. Por lo poco que habían hablado, Blas podría ver lo linda persona que ella era. Abril era alguien muy transparente, podías notar su personalidad dulce, lo amable y sensible que ella era sin conocerla.
También sabía que Abril llevaba dos años con Federico. Federico la había presentado como su novia apenas y habían comenzado a salir, Blas recordaba lo intimidada y fuera de lugar que ella se veía cuando la había llevado.
Rara vez la veía bien estando junto a el, algo que no era de extrañar, Federico no era la mejor compañía y Blas se preguntaba como hacía para soportarlo en su grupo de amigos.
Era una nena al lado de Federico, Abril tenía tan solo dieciocho años, por otro lado, Federico tenía veintitres y aún así le daba la cara de ir y hacerla pasar una noche de mierda cada vez que la sacaba a algún lugar.
Blas se preguntaba cómo alguien tan mierda podía mantener a una chica tan bonita a su lado, haciéndola sentir insuficiente mientras ella veía como el durante cada salida la dejaba sola y se iba a bailar con alguna otra piba, seguramente llegando a otros puntos a escondidas de la castaña que inocentemente, creía que Federico la amaba.
El de rulos se vio obligado a apartar la mirada cuando una discusión pareció dar inicio en la pareja a unos metros de el. Sus voces eran indiferentes y nisiquiera podría escuchar la causa de su discusión, la música era mucho más fuerte que sus voces. Aún así, vuelve a mirar inevitablemente y está vez se encuentra con Federico tomándola por brazos fuertemente mientras la empuja bruscamente, ella hace un esfuerzo por soltarse, unos empujones y zamarreos más recibe Abril, antes de que Federico la dejé completamente sola en el medio de la gente. La castaña se encoje en su lugar, abrazándose a si misma mientras finge que nada paso.
