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JiMin entra a la habitación con una fuente repleta de comida en la mano, le preparó el desayuno a su Omega, hoy lo consentirá más que que nunca.

El Alfa deja la fuente en la mesita de noche y se sienta al borde de la cama. JungKook está profundamente dormido, tiene el cabello desordenado y los labios entreabiertos, se ve adorable y JiMin lo ama.

— Sol — dice suavemente el Alfa — Amor despierta

JungKook se remueve un poco y voltea el rostro para el otro lado, JiMin sonríe divertido.

— Vamos amor, tienes que levantarte — le acaricia la espalda

JungKook se mueve, las caricias le hacen cosquillas, esta despierto pero no abre los ojos.

— JiMin te amo — dice JungKook con la voz ronca — Pero déjame dormir si no quieres que despierte de mal humor

— Hice waffles

JungKook voltea el rostro nuevamente y abre lo ojos, JiMin se maravilla por los preciosos ojos azulados de su Omega, lo brillantes que son por las mañanas es magnífico.

— Hubieras empezado por ahí — dice JungKook

JiMin sonríe y le da un beso en el cabello, gira para agarrar la fuente mientras JungKook se sienta en la cama con la espalda pegada a la cabecera.

El ojiazul tiene huellas de sábanas en una mejilla, su pequeña nariz está algo roja, sus párpados están hinchados, pero sigue siendo malditamente hermoso.

— ¿A que se debe esto? — pregunta el ojiazul

— ¿Qué no puedo consentir a mi Omega?

— JiMin ¿Qué hiciste? — pregunta JungKook con sospecha

— Nada amor, solo quise hacerte el desayuno, cuidar de ti y mi cachorro

— Gracias cariño — dice JungKook mientras acaricia la mejilla de su Alfa — Te amo

— Yo también te amo Kookie, te amo mucho

JungKook sonríe y las bonitas arruguitas aparecen al costado de sus ojos, JiMin se enamora más de él.

— ¿Qué haremos hoy? — pregunta JungKook mientras da su primer bocado

Es sábado, JiMin fue a las oficinas de MaHo el martes, al día siguiente se reunión con NamJoon y el inútil Alfa lo ayudo, al menos hizo algo bueno piensa JiMin. Hoy pondrá su plan en marcha, espera que a JungKook le gusta la sorpresa que tiene preparada.

— Pensé en almorzar en la casa de tu mamá, extraño el asado que prepara Jay — dice el Alfa

— Es un buen plan — concede el Omega

JungKook desayuna con tranquilidad, esta mañana su cachorro se está portando bien y no hubo nauseas matutinas, eso lo tiene de buen humor, por eso estuvo revoloteando por su casa, ordenando algunas cosas, poniendo la ropa a lavar mientras JiMin planchaba las que ya estaban limpias, no tienen servicio domestico, ninguno quiere a algún desconocido en su hogar, además no es mucho trabajo cuando ambos lo hacen juntos.

— ¡Mami! — grita JungKook en cuanto abre la puerta de la casa de su madre

Jay sale de la cocina, camina hacia su Boo Bear con una sonrisa en el rostro y los brazos abiertos para que su pequeño se acurruque en ellos.

— Mi Kook, te extrañé — dice la omega mayor

— Yo también mami, mucho

Jay sonríe y besa la coronilla de su hijo, levanta el rostro y le sonríe a JiMin que mira feliz la escena entre madre e hijo.

— JiMin querido ¿Cómo estas?

— Muy bien Jay, gracias por preguntar

Se escuchan pasos apresurados que bajan la escalera y en un segundo JungKook tiene a dos pequeñas idénticas aferradas a su pierna, el omega besa el rostro de sus hermanas quienes ríen encantadas por los mimos. En la casa solo vive Jay con sus gemelas, Rose y Jihyo viven juntas en un departamento, las chicas ya son independientes.

El almuerzo transcurre con normalidad, con anécdotas pasadas que hacen a JungKook sonrojarse y a JiMin besar las mejillas rosadas de su Omega, las niñas cuentan sus aventuras diarias, en la escuela o el parque, todo se siente bien, aunque JiMin está algo preocupado.

— Yo le ayudaré a tu mamá a lavar los platos, amor — dice JiMin — Tu ve a pasar tiempo con tus hermanas

— Esta bien pero no rompas ningún plato — dice el ojiazul burlón mientras se dirige a la sala con sus hermanas

JiMin niega con la cabeza y ayuda a Jay a llevar a vajilla a la cocina. Jay lava los platos mientras JiMin los seca, el Alfa está sumamente nervioso, está pensando en las palabras correctas para expresar su pedido.

— Ya dímelo JiMin —  dice Jay sacando al Alfa de sus pensamientos

— ¿Qué? —  dice JiMin haciéndose el desentendido

—  Dime lo que te tiene tan preocupado

— Bien

JiMin voltea a ver a Jay y la omega mayor hace lo mismo, el Alfa soba sus manos al costado de su pantalón y luego se rasca la nuca, una clara muestra de nerviosismo.

— Tú sabes que amo a JungKook — inicia JiMin — Lo amo más que a mi vida, nuestro amor va traer al mundo a nuestro cachorro, yo lo conozco y él a mí, por eso sé que tu opinión es importante para él, eres la mujer que lo crió y ayudó a convertirlo en la persona que es ahora, un Omega valiente, inteligente, bondadoso y leal, tú hiciste de él un hombre grandioso con el que planeo pasar el resto de mi vida y por ese motivo Jay, estoy aquí para pedir la mano de tu hijo, quiero casarme con él — JiMin finaliza con ojos cristalizados, hablar de lo mucho que ama a JungKook lo pone sentimental

Jay seca sus lágrimas con el dorso de la mano, sus ojos reflejan sorpresa y felicidad plena.

— Oh Dios mío JiMin — dice la Omega sollozando un poco — Por supuesto querido, eres el Alfa ideal para mi Kook

— Gracias Jay, juro que haré a JungKook muy feliz

— Eso ya lo haces, él es feliz junto a ti

Jay se acerca y abraza a JiMin, le da un beso en la mejilla y le asegura que JungKook aceptará sin dudarlo, JiMin espera que así sea.

Bleuâtre | jikook • adapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora