Hoy Fué Diferente

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Hoy fue diferente, Me topé con alguien, Creo que sin querer.......




Sergio llego a su hogar, a eso de las 9 de la mañana, no creía encontrarse con lewis, ya que este entraba al trabajo a las 7:00 de la mañana.

Dejo el abrigo qué traía en el perchero y las llaves de su auto en la mesa del recibidor. Tenia planeado irse directamente a su habitación a darse un baño y después tener una merecida siesta, ya que lo que menos hizo la noche de ayer fue dormir.

Iba tranquilamente caminando cuando derrepente alguien dice su nombre.

Buenos días sergio-le dijo lewis, que estaba sentado en el sillón, bebiendose una taza de té.-en donde estubiste toda la noche?

Sergio aguantando se toda la horda de reclamos, como se atrebia el a preguntarle algo como eso, con que cara lo hacía, si el llevava engañandolo por sabra dios cuanto tiempo.

Buenos días lewis-contesto con la sonrisa más tensa qué tenia aunque por dentro solo quisiera aventarle todo lo que ubiera enfrente-estube con Carlos, ya sabes, fuimos por unas copas y nos emborrachamos un poco, y como su casa era la más cercana al bar, me quede ahi a dormir.

Y por que no me avisaste, te estube esperando desde que regrese del trabajo-se le deformo la cara en una expresión tensa, a lewis no le sentó nada bien qué mencionara a Carlos, nunca se calleron bien, aunque era mutuo.

Mentiras y más mentiras.

Simplemente lo olvidé -respondió encogiendose de hombros, poniendo una expresión inocente-y tu porque no estas en el trabajo?

Entrare tarde hoy-contesto fijándose en su reloj de mano-De hecho tengo que irme ya.

Recogiendo la taza y llevándola al labatrastes, agarro sus cosas, y se acerco a Sergio para despedirse de él.
Intento darle un beso pero Sergio movió un poco su cara y termino dándoselo en el cachete.

Se despido y simplemente se fue, y Sergio siguió con su plan inicial, Sin una pizca de remordimiento pero su corazón adolorido.

Ya en el baño desidio meterse en la bañera y relajarse un poco, al meterse en esta completamente sintió como cada musculo de su cuerpo se destensaba y se relajaba completamente.

Recargando la cabeza, cerró los ojos y con una pequeña sonrisa, recordó etsa mañana con ese rubio sexy.

(...)

Se despertó, abriendo los ojos lentamente, tratando de ubicarse lentamente, se sentó al borde de la cama.

Donde estoy?, que paso anoche?, quien soy?, esta definitivamente no es mi casita.

Sacudiendo lentamente su cabeza, la cual se aclaraba poco a poco, el sonido de una puerta abriéndose lo hizo voltear.

Mmm, Ya recordé

De lo que creía era el baño, salía el hombre rubio sexy, con el que paso la noche. Salía de esta con una toalla en la cintura, gotas recorriendo su amplio pecho y sus trabajadas piernas, y secándose un poco el pelo con otra toalla.

Contactaron sus miradas, el azul chocando con el café, queriendo fundirse.

Max formo una sonrisa arrogante y un poco burlona, y se fue acercando a el lentamente mientras lo escaneada de arriba a abajo.

Bueno, esto me confirma cada vez más qué te gusta lo que vez-se acerco asta quedar en frente de él, y le paso un dedo delicadamente por su pómulo, acción qué hizo a al pecoso sonrojarse un poco.

-puedes dejar de verme asi?

-Así como?

-Como si me estubieras viendo desnudo?

Oh, liefde, es que lo estas-Le dijo burlon, mientras sonreía un poco y se le achicando un poco los ojos, se estaba divirtiendo con este pecoso.

Sergio se quería morir de la vergüenza, había olvidado por completo su estado de desnudez, bueno, semidesnudes ya qué la ligera sabana estaba cubriendo sus partes nobles, se tapo la cara con las manos esperando que la tierra se abriera para poder tirar se por ahí.

Se sentía tan avergonzado y un poco tonto, se suponía a sus 33 ya era un hombre maduro, pero con este rubio, volvía a sentirse joven otra vez, sentía esa chispa qué creía olvidada, y que no sentía desde hace un tiempo.

Ya, ya, no te avergüenzes lindo-le dijo mientras le quitaba las manos de la cara y se acercaba lentamente a su cara y rosaba sus labios con los suyos-esto solo me hace desearte aun más.

Sergio no lo resistió más, y lo agarro de la nuca, y lo beso con intensidad, mientras aflojaba la toalla qué tenia el rubio, mientras este entre beso y beso solo sonreía, y le debolbia los besos con la misma intensidad, mientras carisiaba la cintura desnudate del pecoso, y su mano libre iba al muslo el pecoso y lo amasaba.

Y bueno esto acabo en un nuevo encuentro, en la cama, en el baño, sobre el sillón...

(...)

Tarareaba mientras se vestía después de su siesta, no tenia ganas de hacer algo de comer, como todos los dias, así que, decidio ir a una cafetería, por un delicioso café qué le vendría de perlas y un buen croasant.

Tomo sus llaves, y salió de su hogar encaminando se a la cafetería qué estaba serca de su trabajo.

Era un local un poco rústico pero muy acojedor, y entro por la puerta escuchando el tintineo de la campana en la entrada y se puso en la fila para que tomarán su orden, cuando sintió una presencia atrás de él.

Vaya, vaya, vaya, pero a quien tenemos aqui-sintió un escalofrío cuando el aliento choco suavemente contra si oreja.

Max

Se volteo lentamente, y encontró al sexy rubio con el que paso la noche anterior.

Se rio bajo, no puede ser, nunca se habían visto, y ahora dos veces en un lapso de 15 horas.

Hola máx, ¿Cómo estás? -le pregunto con una leve sonrisa y un pequeño sonrojo.

Más qué bien, ahora que nos encontramos-respondió igualmente con una pequeña sonrisa y sus hermosos ojos azules brillantes.

Siguieron platicando y decidieron comer juntos en esa cafeteria, ya se habían encontrado por casualidades del destino, y no iban a desaprovechar esa ocasión; se sentaron y comieron, se sergio se sentía tan ligero, y un poco más revitalizado.

liefde, ¿me darías tu número? -pregunto con una sonrisa burlona y un poco arrogante el rubio.

Oh, máx, estoy casado-Sergio no podría seguir ocultando la realidad, por más que quisiera. El Rubio no merecía qué le seguí era mintiendo.

Recargandose en la mesa con los brazos cruzados, y si es posible agrando aun más esa sonrisa arrogante- Cariño, te pedí tu número, no tu estado civil.

-Eres increible.

-lo se, me lo dicen segido.

Negando con la cabeza, el pecoso tomo el teléfono qué le ofrecía el rubio, y tecleo su número, para después llamar, y que así se quedara marcado el número del rubio en su propio teléfono.

(...)

Ya en su hogar, siguió con una sonrisa en su rostro todo el día, y ni siquiera noto cuando llego lewis a casa, estaba un poco perdido en sus pensamientos, y un lindo rubio de ojos azules los protagonizaba

Definitivamente, hoy fue diferente, no se sentía igual a otros días, no se sentía solo.










¿Que les parecio?

Quede loca

XOXO☀️










Tres veces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora