capitulo 1

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El último cuento.

Ese sería el que mi madre nos narrará a mi a mi hermano mellizo. Mientras ella con lágrimas terminaba de contar esa historia abajo con mi padre se encontraban guardias reales para llevarnos a mi y a mi hermano al castillo para resivir el entrenamiento adecuado.

Cuando un bebé nacia, una rosa nacia en el jardin de las rosas encantadas del castillo, cuando el bebé cumplia 5 años y la rosa se marchitaba, tendrian que pagar. Pagar con 5 monedas de oro por la vida de sus hijos o llevarlos a ejecucion. Sin embargo si esa rosa no se marchitaba normalmente y se congelaba o empezaba a salir fuego de ella o se mantenía en tierra fértil, si el viento se llevaba los pétalos, esos niños serían entregados a la corte del castillo para resivir un entrenamiento adecuado para su habilidad, así como esas rosas habían miles, tantos dones. en ese castillo se encontraba la misma cantidad de guardias sirviendo al reino.

Esta mañana me encontraba cansada, el día de mi boda se acercaba y con el se acercaba el hecho de que ya no sería libre.

Yo no quería casarme, quería volver a pelear como lo hacía antes de que los reyes me eligieran como candidata de esposa para su hijo. Quería volver a usar mis habilidades, volver a las batallas. pero el echo de que el principe y próximo rey dregan (mi prometido) me prohibiera usar mis habilidades dentro del castillo, irónico ya que nisiquiera me dejaban salir más allá del jardín de las rosas encantadas, las rosas encantadas básicamente de trataba de quién las plantaba la rosa nacería con su don, por ejemplo la rosa de eilian que era una rosa congelada haciendo referencia a que podía congelar las cosas. Pero mi rosa no se encontraba en ese jardín, los reyes nunca me permitieron verla. Pero aun asi me habian entrenado con el don de fuego.

Mientra acariciaba una de las tantas rosas marchitas un petalo recupero su vida

¿Que demonios?

Levante la vista para ver si alguien más había visto eso pero solo me encontré con un ojo de color grisáceo y un azul muy llamativo.

Heterocromia

¿Quien demonios era?

No reconozco esos ojos, podría jurar que todos los que trabajaban aquí los reconocía con solo ver sus ojos, aunque usaban un pasamontañas que solo dejaba al descubierto sus ojos yo sabia quien era quien.

Pero¿ y él?

Escrita con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora