Capítulo 3: Favores

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Capítulo 3: Favores

"Entonces... ¿Desde cuando los ves?"

"En realidad no lo se" dijo nervioso el pequeño mientras miraba el suelo sintiéndose regañado, King suspiro al notar que no llegarían a nada si el menor se sentía tan presionado.

"No estoy enojado contigo Luffy, solo quiero saber desde cuando es, pero entiendo que no sepas una fecha, después de todo los confundes con personas normales" miro un momento hacia al niño, notando que se le veía mas aliviado, no pudo evitar sentirse feliz de verlo mas relajado "Quiero que desde ahora cada que veas a alguien nuevo me lo digas, así podremos diferenciarlos".

"¡Claro! Suena divertido"

"¿Eso crees?" pregunto con una sonrisa pequeña mientras se acomodaba en el futón y observaba mejor el pergamino en sus manos "¿Quieres escuchar una historia?"

"Uhmm, si me lo cuentas tu supongo que esta bien, nunca cuentas nada aburrido".

"Entonces empezare" estiro su espalda para ponerla mas recta y se dispuso a relatar "Hace muchos años, cuando los espíritus e incluso dioses convivían con los humanos el mundo parecía encontrar paz entre ambas partes, aunque pronto la luz empezó a crear grandes sombras que se hicieron con fuerza. Mientras que algunos espíritus sentían que los humanos eran demasiado débiles como para tener que protegerlos, algunos humanos sentían que los espíritus eran demasiado fuertes como para protegerse. Esto provocó una guerra, que como era de esperarse, los humanos iban perdiendo, hasta que..."

"¿Hasta que...?"

"Hasta que los humanos se dieron cuenta que también podían utilizar la misma energía que utilizaban los espíritus. Aunque en menor medida. Esta energía es llamada mana."

"¡Oh! Lo escuché de mi abuelo una vez cuando se emborracho. Algo de que su núcleo de mana se había roto."

"Entonces era cierto que el viejo Garp lo había perdido" curioso King masajeó su barbilla antes de de seguir "En todo caso, el mana se convirtió en un arma importante para los humanos en la lucha contra los espíritus. Aunque muchos de ellos no estaban de acuerdo con la guerra, es por ello que no participaron y prefirieron ocultarse, los únicos que se quedaron fueron los espíritus que ahora conocemos como malignos."

"¿Entonces lo que veo son espíritus malignos?" Algo asustado el niño se sorprendió, provocando la ligera risa del mayor "¡No te rías! ¡Estoy en peligro!"

"Nada de eso, aunque, no dudo que puedas ver a los espíritus malignos, lo que viste no era uno. Me atrevería a decir que es un espíritu protector, dijiste que te hablo sobre Nika ¿No es así?"

"Sip, de hecho era igualito a ti, pero más arrugado en los ojos."

"Posiblemente viste a mi padre."

"¡¿Eh?!"

"Verás Luffy, mi gente tenía la peculiaridad de no solo compartir unas características tan marcadas, así como tus ojos, si no que también podemos interactuar con los espíritus, así como otras familias, lo que nos diferencia en nuestro estilo de pelea" atrayendo la atención a su mano, logró sacar una llama de la misma, logrando la sorpresa del menor "Podemos hacer que la energía se convierta en fuego, el cual es letal incluso para los espíritus."

"¡Que bonito!"

"Lo sé, es muy bonito" entrecerrando los ojos sonrió con nostalgia, antes de deshacerse de la llama "Aunque volviendo al tema. Nika era un espíritu realmente fuerte, algunos incluso lo llamaban Dios, quien al ver cómo humanos y espíritus peleaban entre ellos, su corazón se llenó de pena y para evitar más muertes decidió que con todas las fuerzas que le quedaban, separar el mundo espiritual con el mortal. De eso ya miles de años, es por eso que ahora esa barrera se empieza a debilitar y de ella salen algunos espíritus de todo tipo."

"Vaya, entonces ¿Son muy fuertes los espíritus?"

"Lo son. Realmente fuertes, es por eso que nosotros también nos fortalecemos" miró un momento al joven delante suya y a sus celestes ojos intentos "Luffy, te voy a pedir un favor."

"¿Un favor?"

"Si. No le digas a nadie más sobre esto y tu don."

"¿Tampoco a Yamato?"

"Ni siquiera al señorito Yamato."

"¡Pero quería enseñarle!" Se quejó con el ceño fruncido y cruzando sus brazos.

"Te lo digo por tu bien" suspiró cansado "No es buena idea que le digas a todo el mundo, bien sabes que los humanos son seres terribles ¿Sabes la razón por la cual vivías con tu abuelo tan alejados de todos?"

"Algo así."

"Es porque esas personas malas querían exterminarlos. Tu tuviste la suerte de toparte con alguien tan extraño como lo es el maestro Kaido, quien busca siempre recolectar aquello que sea extraño. No te pido que ocultes tu poder para siempre, solo que no le digas a nadie hasta que sepamos cómo puedes manejarlo."

"¿Entonces seré un guerrero?"

"Es lo que debes terminar siendo para pagar tu vida aquí."

"Mmm, me gusta la idea de ser un guerrero, pero no porque tenga que pagar algo, suena asfixiante."

"No es algo que puedas cambiar tampoco" se burló mientras se levantaba del futón con cuidado "Ven, ya falta poco para iniciar sus clases."

"¡Pero! ¡No quiero!"

"Ya te dije, no voy a tolerar estos comportamientos" gruñó y el niño agachó la cabeza "Venga, sígueme, tengo que atrapar también al señorito" derrotado no sabía en qué momento se había convertido en una niñera.

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