Después del exterminio, Lucifer decidió trasladarse al hotel de su encantadora hija para poder pasar más tiempo con ella.
Aunque disfrutaba de su compañía, aborrecía la idea de encontrarse con el demonio de la radio a diario. Y para Alastor, la sens...
⚠️ CONTENIDO SEXUAL: ¡PROCEDE BAJO TU PROPIO RIESGO! ⚠️
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Habían pasado dos semanas desde la partida de Alastor, y aún no había regresado. Lucifer y los demás huéspedes se encargaron de mantener el hotel en funcionamiento, asegurándose de que estuviera limpio y en orden.
Para complacer a su hija, Lucifer organizó otra reunión con el Cielo. Charlie y su cuñada, Vaggie, asistirían, mientras que los demás se dirigían al bar para relajarse. Esta última idea fue del amante de los patos, quien se ofreció a cuidar del hotel solo, además de necesitar un tiempo a solas, especialmente ese día.
—¿Seguro que estarás bien, papá? —preguntó Charlie a su padre.
—¡Claro, manzanita! Estaré bien. Ve y no te preocupes. ¡Les dije que si te echaban otra vez, sería yo quien fuera personalmente! —respondió él. Lo que más deseaba era que su hija sintiera su apoyo incondicional. Estaba dispuesto a enfrentarse a quien fuera necesario para darle una oportunidad a su cachorra.
—Gracias, papá. Te quiero —ambos se abrazaron.
—¡Hasta luego, hijitas! —se despidió de ambas mujeres, ahora Vaggie era oficialmente como una segunda hija para Lucifer. El término "nuera" no le bastaba.
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