¿PUEDO...?

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Al despertar al día siguiente, Sarah siente un peso en su corazón por la tensión que persiste entre ella e Isaac

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Al despertar al día siguiente, Sarah siente un peso en su corazón por la tensión que persiste entre ella e Isaac. Los pensamientos sobre la situación les pesan en la mente mientras se prepara para enfrentar el día. Cada pequeño gesto y palabra intercambiada con Isaac sigue resonando en su cabeza, dejándola sintiéndose desanimada y preocupada por el estado de su relación.

Se sienta en el borde de la cama, perdida en sus pensamientos, tratando de encontrar una solución a la brecha que se ha formado entre ellos. Se pregunta qué podría haber causado esta distancia repentina y qué puede hacer para solucionarlo.

Con un suspiro, se levanta de la cama, decidida a enfrentar el día.
Baja las escaleras hasta la cocina, donde encuentra a su madre, ocupada preparando el desayuno.

-Buenos días, mamá.

-Buenos días, cariño. ¿Cómo te sientes hoy?

-No muy bien, mamá. Estoy preocupada por lo que está pasando entre Isaac y yo.

Nancy detiene lo que está haciendo y mira a Sarah con atención, notando la tristeza en sus ojos.

-¿Qué ha pasado, querida? ¿Quieres hablar al respecto?

Sarah asiente, agradecida por la disposición de su madre a escuchar.

-Isaac ha estado actuando de manera distante y cortante últimamente, y no entiendo por qué. Me preocupa que nuestra relación esté en peligro.

Nancy le ofrece una sonrisa tranquilizadora y se acerca para abrazar a Sarah, transmitiéndole su apoyo y cariño.

-Lo siento mucho, cariño. A veces, las cosas se complican entre las parejas, pero estoy segura de que encontrarás una manera de resolverlo.

Sarah se siente reconfortada por las palabras de su madre y le devuelve el abrazo con gratitud.

-Gracias, mamá.

Se sienta a desayunar junto a su madre, disfrutando de la comida reconfortante y la compañía tranquilizadora. Nancy ha preparado un desayuno delicioso, con huevos revueltos, tostadas crujientes y una selección de frutas frescas.

Mientras saborea cada bocado, conversan sobre temas ligeros, tratando de alejar un poco la tensión que pesa en el aire. Nancy comparte algunas anécdotas divertidas del trabajo, mientras Sarah comparte sus propias experiencias en la escuela y con sus amigos.

Sarah sube las escaleras después del desayuno, decidida a prepararse para el día que le espera en la escuela. Se dirige a su habitación y elige cuidadosamente su atuendo del día, buscando algo que le brinde comodidad y confianza.

Después de unos minutos, emerge de su habitación luciendo fresca y lista para enfrentar el día. Ha optado por un conjunto casual pero elegante, con unos vaqueros ajustados y una blusa suelta. Completa su look con un par de zapatillas cómodas y unos accesorios sencillos.

𝑺𝑬𝑫𝑼𝑪𝑪𝑰𝑶́𝑵 𝑪𝑶𝑵𝑻𝑹𝑨𝑷𝑼𝑬𝑺𝑻𝑨 / Isaac GarciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora