¿Estará bien amarla?

Capitulo 1

-Yamile estaba en su escritorio, hablando junto con sus amigas, Antonella, Nahomy y Jimena. Hasta que finalmente llegó el profesor, todos los estudiantes guardaron silencio inmediatamente y prestaron atención al docente.

-Así pasaron unos 10 minutos, hasta que alguien tocó la puerta, a lo cual el profesor dejó de hablar y comenzó a caminar hacia la puerta, cuando finalmente la abrió, encontró a una alumna, la cual llegó tarde.

-¿Estás son horas de llegar, Alejandra?- Recriminó el docente, mirando de manera seria a Alejandra, la cual no se intimido por aquella mirada dada.

-Alejandra simplemente rodó sus ojos y sin autorización del profesor, entro al salón de clases, sentándose al lado de su mejor amiga.

-Que sea la última vez que llegas tarde, Alejandra, o si no, te quedas afuera por el resto de la clase- Amenazó el docente con algo de enojo y seriedad en su voz.

-Cuando el profesor retomó la clase, Alejandra comenzó a hablar con su mejor amiga, ignorando todo lo que el docente enseñaba, cosa que este no notó.

-En la hora del receso, Yamile se sentó en unas bancas junto con sus amigas, le había atraído aquella alfa que había llegado tarde a clase, pero lo ignoró.

-Cuando estaban conversando tranquilamente con sus amigas, una pelota de básquet cayó frente a sus pies,haciendo que se sobresaltara un poco, soltando un bajo chillido, Cuando levanto la cabeza se encontró con aquella alfa que había llenado su atención las primeras horas en clase.

-Aquella alfa venía corriendo hacia ella, sintió un calor en sus mejillas y se sintió extremadamente nerviosa.

-¡Hola! ¿Estás bien? ¿Te lastime?- preguntó con preocupación y curiosidad en su voz.

-Yamile se sintió demasiado nerviosa al escuchar la voz grave y profunda de la alfa, sus mejillas se tornaron rojas y finalmente habló.

-Ehhh.... S-Sí, estoy b-bien, estoy bien, no te preocupes...- Habló con un notario sonrojo en sus mejillas y nerviosismo en su voz.

-Como disculpa, te invito algo de la cafetería y te acompaño hasta tu casa en la hora de salida- Habló la voz alfa con una sonrisa amable.

-S-Sí, c-claro- respondió con voz temblorosa.

-La alfa solo le sonrió y se despidió de ella con una gran sonrisa en su rostro.