18.Este amor

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April Jones

Ocho meses de embarazo

Estaba sentada en el sillón de la habitación donde Axel estaba descansando luego de su quimioterapia.

Sobaba mi pancita de manera delicada, pancita la cual ya no era tan chiquita, era cada vez mas y más grande. Observe a Axel, quien tenía sus ojos cerrados, ojeras debajo de estos. Mis ojos se cristalizaron, me dolía verlo así. El trataba de padecer siempre firme ante mí, pero, sabía que estaba cansado. Aquel pelo, su pelo, el que tanto amaba, había desaparecido, el brillo en sus ojos y esa sonrisa que tanto lo caracterizaba, era cada vez mas difícil de sacar.

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, llevé mis manos a mi rostro, rompiendo en llanto. Las hormonas del embarazo hacían que fuera cada vez mas sensible, y todo esto, hacia que mi corazón se rompiera cada vez mas y más. Trataba de ser fuerte y valiente por mi bebé y por Axel, pero, joder, esto era tan difícil de sobrellevar.

No es fácil ver a la persona que amo, al padre de mi hija, sufrir tanto. Quisiera que todo ese dolor que él siente, me lo dieran a mi.

Solo quería que todo esto acabará, que el dolor que sentía Axel se acabara, y que por fin estuviera feliz, que por fin pudiera llevar una vida tranquila.

-¿April?-dijo con voz débil

Quite mis manos de mi rostro, y lo observe fingiendo una sonrisa.

-Hola Ax-dije mientras me levantaba con cuidado de mi asiento, para luego acercarme a la camilla.

-¿Por qué lloras?-dijo él con algo de confusión en su rostro

-No, no estoy llorando, tranquilo-dije mintiendo

-Te conozco desde hace cinco años, te conozco desde la cabeza, hasta la punta de tu pies, así que porfavor, no me mientas-dijo mientras levantaba su mano de manera débil, y la llevaba a mi rostro, acariciando mi mejilla.

Cerré mis ojos, permitiéndome sacar un par de lagrimas, mientras hacía un gesto de negación con la cabeza.

Senti como el quito su mano de mi mejilla, y se movía lentamente de la camilla, a lo cual abrí rápidamente mis ojos. Observe como se movía con una leve mueca de dolor plasmada en su rostro, para luego quedarse quieto cuando dejó un espacio en la camilla.

-Ven, acuéstate conmigo un rato-dijo

-No, tienes que descansar, yo estaré bien-dije a lo cual él negó, tomándome de la mano y jalandome levemente hacia él, mientras me dedicaba una mirada suplicante-Esta bien-dije mientras me quitaba los zapatos, para luego subirme a la camilla, acomodándome a su lado.

Senti como su mano se colocaba encima de mi pancita y colocar su carita encima de mi mejilla, observe como empezó a levantar la camisa de mi uniforme, dejando mi pancita libre, para empezar a sobarla con más libertad.

-¿Y bien? ¿Me dirás por qué lloras?-dijo mientras dejaba un beso en mi mejilla

-Me duele verte así-dije con la mirada perdida-Me duele ver como tu sonrisa a desaparecido por esta maldita enfermedad, me enferma saber que cada quimio te debilita y te hace sufrir, me duele ver que estas cansado de tantos examenenes, análisis, quimios, radiaciones, y medicinas. Y aunque me lo niegues, y aunque trates de hacerte el fuerte frente a mi, se que estas cansado. Quiero ayudarte, quiero ser todo para ti, y si pudiera quitarte el dolor que sientes, lo haría y me lo daría a mi, por que yo si puedo con el. Tu no te mereces esto-dije con voz entrecortada.

-April, amor. No quiero verte mal por esto, yo estoy bien, esto va a mejorar, voy a salir de esto, yo estaré bien y esto solo será un mal recuerdo, uno de esos que tenemos juntos-dijo con algo de sarcasmo en su voz-Pero si mi amor, voy a estar bien, no quiero que estés más ni que te preocupes por eso, más que todo por nuestra nena, hay que ser fuertes y valientes por ella, ¿si?-dijo mientras dejaba un beso en mi mejilla, a lo cual asentí-Atenea va a estar muy orgullosa de la mamá tan fuerte que tiene-dijo sacándome una sonrisita

-Te amo tanto-dije con delicadeza

-Te amo con mi vida, vida mia-dijo el ojiclaro, mientras comenzaba a repartir besos hasta llegar a mi cuello.

Nada, ni nadie nos va a separar nunca más, cada vez que estábamos juntos, nos dábamos cuenta que estábamos hechos el uno para el otro, como que si nuestro amor estuviera hecho con el alma y con el fuego.

No importa lo que hayamos vivido en el pasado, no importa las dificultades que hayamos vivido o las que vayamos a vivir, ya nadie nos vuelve a separar, ni siquiera está maldita enfermedad, nuestro amor es más fuerte, por que esta pegado, con el alma y con el fuego.

Me siento feliz, por lo linda que es la manera en la que nos amamos, y aunque en el pasado el amor que nos tenemos nos hizo sufrir tanto, hoy es quien le da valor a mi vida y a mi razón.

Ambos hemos pasado por mucho juntos, y aunque la vida nos ha tratado de alejar miles de veces, siempre volvemos el uno con el otro. Ya ni siquiera me importa lo que venga más a delante, que se vengan miles de dificultades, pero no permitiré que nos volvamos a separar jamás.

Pronto vamos a ser padres, así que tenemos que ser aún mas fuertes y unidos, por nuestra pequeña Atenea, quien está pronta por nacer.

Nota de la autora: Holaaaa mis queridos lectoresss, ¿Como están? Espero y estén bien. Aprovecho para decirles que esta semana abran actualizaciones seguidas, así que estén pendientes.👀

Espero y les haya gustado el capitulo de hoy.🩷

Con amor / Victoria Sevilla

Todo Lo Que Construimos #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora