A este punto, bell pensó que nunca tendría un día de tranquilidad mientras estuviera viviendo en orario. Lo suyo no parecía ser normal algo normal que desde que llego a la ciudad le pasaran tantas cosas.
Ahora estaba en un lugar desconocido, con una mujer desconocida que afirmaba ser su diosa que lo acogió en las calles. Lo cual era totalmente mentira. Su dios era ganesha, hace menos de un día que obtuvo su falna.
Y en cuanto a ser acogido por ella cuando vagaba por las calles, era otra mentira. Si bien vago unas cuantas horas por la ciudad en busca del gremio, ciertamente fue encontrado por un grupo de matones y fue rescatado por ardee. Nunca por aquella chica, Hestia.
Aunque a pesar de nunca haberla visto, algo le parecía familiar al verla. Pero a diferencia de antes, su cabeza no parecía dolerle o recordar algo.
"Bell-kun, ¿realmente estas bien?". Pregunto Hestia preocupada, a su vez intento acercarse a bell una vez más. Pero este se levantó del sillón, cayéndose en el acto y parándose con rapidez.
Miro tentando la escalera que no estaba muy lejos de él. Parecía ser la única salida de este extraño lugar. Luego miro a Hestia, esta seguía desconcertada por su actitud. A su vez demostraba una amplia preocupación por él.
"l-lo volveré a preguntar, ¿quién es usted y dónde estoy?". Pregunto una vez más. Busco con su mirada en busca de algo para defenderse, pero lo único que logro ver fue una armadura blanca con rojo y un cuchillo negro muy familiares. Pero estaban bastante alejados de él, siendo imposible alcanzarlos.
"si esto es una broma no es muy buena, bell-kun". Aun estando preocupada, su paciencia parecía estar acabándose. "¿acaso planeaste esto con soporte-kun?".
Bell ladeo la cabeza, no reconociendo a dicha persona. "¿quien?". Pregunto en voz alta desconcentrando aún más a la mujer que afirmaba ser una diosa.
"me estas preocupando demasiado. ¿te golpeaste la cabeza mientras dormía". Ella volvió a intentar acercarse, pero bell no se dejó.
Claramente no confiando en la mujer frente a él y desconociendo donde estaba. Bell tomo la mejor decisión para una situación como esta.
Huir.
"¡¿Bell-kun?!".
Sin mirar hacia atrás, bell corrió en dirección hacia la escalera. Al subirla vio que había una pequeña compuerta la cual abrió bruscamente. Se tropezó al salir por la compuerta cayendo al suelo. Su rostro se estrelló contra el duro y frio suelo de roca.
Al levantar su vista vio que estaba en una iglesia derruida, con largos asientos de maderas rotos, grandes fragmentos del techo caídos y esparcidos por el interior de la iglesia e incluso había varias paredes derrumbadas.
Detrás suyo escucho los pasos de la mujer subiendo la escalera. Con cierto temor de lo que le podría hacer, bell se levantó y corrió hasta lo que parecía ser una puerta doble de madera, posiblemente lo único en buen estado de la iglesia donde estaba. Al salir por la puerta fue recibido por los rayos del sol en su punto más alto.
"¿dónde estoy?". Miro hacia su alrededor, viendo solo algunos edificios en mal estado. Al levantar aún más su vista pudo ver la gran torre babel. Fue un alivio para él, todavía estaba en orario. "d-debo volver a la sede, ardee-san y ganesha-sama ya debieron notar que desaparecí".
Tomando en cuanto que la última vez que estuvo despierto todavía estaba en su sede antes de aparecer en este lugar. Estaba claro que los demás notarían su repentina ausencia. Y lo buscarían, al menos eso bell pensaba.
"¡Bell-kun espera!".
La supuesta diosa lo había alcanzado. Al girarse para atrás la vio parada en medio de la entrada de la iglesia.
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El reencuentro Prometido
FanfictionHace siete años, ella le hizo una promesa antes de que el desapareciera. Que no importaba el tiempo que pasara. Ellos dos se volverían a encontrar. Y siete años después, aquella promesa que hicieron se cumpliría. Esta es la historia de una promesa...