Parte 15: Prisioneros

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Ar miro en silencio los barrotes en frente de él, como había estado haciendo las últimas horas desde que despertó encerrado aquí junto a los compañeros de Bell. Quienes estaban en silencio, durmiendo como podían en el frío suelo de su celda.

El no pudo dormir, no quería hacerlo en la situación en la que se encontraba. Miraba de reojo a sus compañeros dormidos, era algo aliviador que ellos pudieran conciliar el sueño en su situación.

"No podemos hacer nada, solo esperar a que nos liberen". Estaba frustrado por no poder escapar, no poder hacer nada más que esperar. Miro los grilletes que retenían sus manos. "Tampoco nos dejarán morir, somos su moneda de cambio para la familia Ganesha. Algo deberán querer si nos mantienen con vida".

El era consciente de que habían enviado más patrullas a la calle Dedalo, pudo verlo a través de los ojos de Bell. El hecho de que no estuvieran encerrados con ellos no le gustaba para nada.

Con el ceño fruncido continuo observando los barrotes. "Seguramente estén muertos... Si no están aquí, es por eso o por que lograron escapar a tiempo a diferencia de nosotros".

Dejo escapar un suspiro, se recostó sobre la pared mientras cerraba sus ojos después de un largo tiempo. Su cuerpo estaba cansado, aún agotado y herido por sus peleas anteriores. Pero su mente era lo contrario, se sentía con la suficiente energía para mantenerse consciente y despierto pese a que su cuerpo le exigiera descansar.

"Me disculpare con Bell después, no quiero dañar demasiado su cuerpo". Observó cómo el peliblanco todavía seguía inconsciente en su mente. "No despertara pronto, supongo que en unas horas tal vez despierte".

Aún seguía molesto con Bell, no le hizo caso y terminaron en esta situación en la que se encontraban. Ahora entendía a sus amigos cuando se enojaban con él debido a su imprudencia.

"Debo recuperar fuerzas, el estado de Bell aumenta con el paso del tiempo. Mi falna se está fusionando con la suya y poco a poco está absorbiendo mis estadísticas. Si espero un poco más, creo que puedo romper esos barrotes".

Era un plan arriesgado, muy arriesgado. El era consciente de que podría salir mal al más mínimo error que cometieran. Por lo que solo le quedaba esperar a que el cuerpo de Bell se recuperada por completo antes de actuar.

Tap Tap Tap

Pisadas se escucharon a lo lejos, abrió sus ojos mirando fijamente el otro lado de los barrotes. Frente a los barrotes se detuvo aquel hombre encapuchado, sus ojos apenas visibles por su máscara se dirigieron hacía él.

"Estás despierto, me esperaba que todos durmieran". Cruzo sus brazos a la altura de su pecho. "Estás en alerta, seguidor de Ganesha. Puedo verlo a simple vista".

Ar dejo escapar un bufido. "Lo estoy, no estamos en una situación favorable".

"Me doy cuenta de ello, deberías guardar fuerzas. No dormir no te servirá de nada". Noto los ojos inyectados en sangre de Ar, sus venas se marcaban por su ojo.

"No es la primera vez que estoy tanto tiempo sin dormir, puedo aguantar mas". Dos semanas, es el tiempo que estuvo sin dormir cuando viajo al pasado. No fue una experiencia bonita, fue estresante y doloroso estar sin dormir tanto tiempo.

"Tu terquedad solo hará que tú cuerpo sea quien sufra las consecuencias". Resoplo, mirando a los compañeros de Ar. "Hacen bien en recuperar fuerzas durmiendo".

"Lo hacen, estoy conforme con que ellos al menos duerman algo". Les dedico una breve mirada antes de mirar de nuevo a su captor. "No se merecen esto".

"Muy solidario por tu parte, seguidor de Ganesha. Pero deberías preocuparte más por ti".

El reencuentro PrometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora