CAP 5

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"Así que todo ha sido una pesadilla... ¿Mi cama ha sido siempre tan cómoda? Aunque... ¿Por qué se siente tan pequeña? ¿Qué es ese olor dulce?"

Alemania poco a poco abre sus ojos, sintiendo la luz del sol.

— ¿Q-Qué? ¿En donde estoy...? —ve que esta en una cama, pequeña pero muy cómoda; deslocalizado gira su cabeza y ve su chaqueta doblada en una silla.

— ¡Mi cabeza...! —se pone las manos en su frente.

Al otro lado de la puerta estaba la habitación de Ecuador.

— ¿Está mejor? Qué susto tenerlo casi encima mío —se preocupaba por Alemania no porque le importara, sino porque si a Alemania le pasaba algo en su territorio, podría haber un juicio o algo peor.

— Sí, se le pasará pronto.

Loja estaba en la ventana. Ya era noviembre y las personas preparaban colada morada, y el olor entraba por las ventanas, dando un aroma dulce a la casa.

A Ecuador le encantaba ese olor a frutas; le recordaba a la llegada del mes y a lindos recuerdos.

— Creo que me hará bien caminar —se levanta de la cama.

— Me parece bien.

— Por favor. Si Alemania despierta, avísenme.

— Claro, te avisaremos.

Ecuador sale de la habitación poniéndose su abrigo.

— Qué día para salir mas raro...

Mira la habitación en donde está Alemania.

Se la queda viendo y dudoso decide acercarse.

Se acomoda la chaqueta.

— Espero no haberme quedado mucho tiempo —aún se sentía mareado y con poco aire, pero ya era algo soportable.

— No creo que me falte nada —va rápido a la puerta, pero al abrir ve a Ecuador y choca con él.

— A-Alemania. "Aparte de tropezarse conmigo y de desmayarse en mi propia casa, ¿¡tengo que también chocar con él!?"

— "¡¿Pero por qué tengo que toparme con este a cada rato?!" Disculpe pero me tengo que ir. Gracias por todo —intenta caminar pero nota que todo le daba vueltas y se detiene.

—Oiga, espere —lo ayuda—. Cálmese, tiene que tomar reposo.

Estaba harto de estar así, por lo que lo mira un poco serio y le dice: "Yo no necesito de su ayuda". Lo aparta.

Se aparta.

— Alemania, se puede desmayar en plena subida. El aeropuerto está aun más arriba.

— No, gracias. Por favor, déjeme —apenas podía mantenerse en pie.

Lo trata de sostener.

— ¿No ve que ni puede estar en pie?

Lo lleva a la habitación con dificultad; no quería que empeorase y meterse en problemas. "Cuánto pesa este man".

Alemania al final se deja llevar a la cama. La cabeza le daba vueltas, le faltaba el aire y al ser alto le afectaba más.

"Esto es vergonzoso". Estaba en la cama siendo ventilado por Ecuador y revisado por un doctor.

— ¿Está mejor? —pregunta Ecuador.

— Sí, pero tiene que tomar reposo. Puede desmayarse otra vez.

— Entiendo. ¿Necesita tomar medicación?

—No, solo tener aire fresco. Pero si aún sigue con los desvanecimientos, me temo que tendrá que ir al hospital.

Mi calma [Dibukus🍓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora