"Así que todo ha sido una pesadilla... ¿Mi cama ha sido siempre tan cómoda? Aunque... ¿Por qué se siente tan pequeña? ¿Qué es ese olor dulce?"
Alemania poco a poco abre sus ojos, sintiendo la luz del sol.
— ¿Q-Qué? ¿En donde estoy...? —ve que esta en una cama, pequeña pero muy cómoda; deslocalizado gira su cabeza y ve su chaqueta doblada en una silla.
— ¡Mi cabeza...! —se pone las manos en su frente.
Al otro lado de la puerta estaba la habitación de Ecuador.
— ¿Está mejor? Qué susto tenerlo casi encima mío —se preocupaba por Alemania no porque le importara, sino porque si a Alemania le pasaba algo en su territorio, podría haber un juicio o algo peor.
— Sí, se le pasará pronto.
Loja estaba en la ventana. Ya era noviembre y las personas preparaban colada morada, y el olor entraba por las ventanas, dando un aroma dulce a la casa.
A Ecuador le encantaba ese olor a frutas; le recordaba a la llegada del mes y a lindos recuerdos.
— Creo que me hará bien caminar —se levanta de la cama.
— Me parece bien.
— Por favor. Si Alemania despierta, avísenme.
— Claro, te avisaremos.
Ecuador sale de la habitación poniéndose su abrigo.
— Qué día para salir mas raro...
Mira la habitación en donde está Alemania.
Se la queda viendo y dudoso decide acercarse.
Se acomoda la chaqueta.
— Espero no haberme quedado mucho tiempo —aún se sentía mareado y con poco aire, pero ya era algo soportable.
— No creo que me falte nada —va rápido a la puerta, pero al abrir ve a Ecuador y choca con él.
— A-Alemania. "Aparte de tropezarse conmigo y de desmayarse en mi propia casa, ¿¡tengo que también chocar con él!?"
— "¡¿Pero por qué tengo que toparme con este a cada rato?!" Disculpe pero me tengo que ir. Gracias por todo —intenta caminar pero nota que todo le daba vueltas y se detiene.
—Oiga, espere —lo ayuda—. Cálmese, tiene que tomar reposo.
Estaba harto de estar así, por lo que lo mira un poco serio y le dice: "Yo no necesito de su ayuda". Lo aparta.
Se aparta.
— Alemania, se puede desmayar en plena subida. El aeropuerto está aun más arriba.
— No, gracias. Por favor, déjeme —apenas podía mantenerse en pie.
Lo trata de sostener.
— ¿No ve que ni puede estar en pie?
Lo lleva a la habitación con dificultad; no quería que empeorase y meterse en problemas. "Cuánto pesa este man".
Alemania al final se deja llevar a la cama. La cabeza le daba vueltas, le faltaba el aire y al ser alto le afectaba más.
"Esto es vergonzoso". Estaba en la cama siendo ventilado por Ecuador y revisado por un doctor.
— ¿Está mejor? —pregunta Ecuador.
— Sí, pero tiene que tomar reposo. Puede desmayarse otra vez.
— Entiendo. ¿Necesita tomar medicación?
—No, solo tener aire fresco. Pero si aún sigue con los desvanecimientos, me temo que tendrá que ir al hospital.
ESTÁS LEYENDO
Mi calma [Dibukus🍓]
RomanceNos trasladamos hacia el pasado, donde un pequeño niño llamado Alemania tendrá que crecer rápido por la esperada muerte de su padre, manejar con el sentimiento de soledad a pesar de no faltarle nada, o eso cree. Por otra parte, está Ecuador, pasando...