—Le queda muy bien, señor Ecuador.
Dijo Berlín, guiándolo hacia un espejo.
Ecuador se miró y, satisfecho, sonrió mientras comentaba:
—Sí, la verdad si me veo bien. Me gusta el diseño del pantalón.
—Solo falta un detalle.
Berlín sacó un rosario de plata.
—Listo, ahora sí.
—¿Mmm? ¿Ustedes también son católicos? El collar es muy bonito.
Baviera, que estaba cerca, intervino:
—Sí... somos muy católicos. Procura llevarlo hasta que termine la ceremonia, ¿de acuerdo?
Baviera se alejó un poco y comentó en tono de broma:
—Ten cuidado, querida, no vayas a quemar a alguien con esa...alegría tuya.
—¿Ya está listo? Ecuador se estiró y miró su reloj.
—Ya es la una de la mañana.
—El tiempo pasa volando.
Respondió Berlín mientras ajustaba unos botones dorados en las mangas de Ecuador.
—Ya pueden anunciar que estamos listos.
Baviera salió, y después de un momento regresó para avisar que podían proceder.
Ecuador, nervioso, descendió junto a Jabi y Berlín, recorriendo un largo pasillo que los llevaba hacia la iglesia.
"¿Tan lejos está?" Se preguntaba Ecuador, quien tenía muchas dudas:"¿Por qué la boda es tan tarde? ¿Por qué no en una iglesia normal?" abarcaban su cabeza poniéndolo nervioso.
—Ya llegamos, Ecuador.
Anunció Berlín.
Ecuador se encontró frente a una iglesia conectada a la casa. Sin embargo, a diferencia de otras iglesias, las figuras de santos y las cruces estaban cubiertas, excepto la figura de Jesús, que se encontraba al fondo en el centro.
Suspiró, nervioso.
—Qué práctico, tener una iglesia dentro de la casa. Nos ahorraría unos cuantos sucres.
Dijo Ecuador, bromeando mientras tomaba el brazo de Jabi.
—Sí, la verdad es práctico... Jabi, ¿es necesario que me case?
Preguntó susurrando.
—Señor, lo mejor será mirar hacia adelante a partir de ahora. Estaré con usted, no tema.
Dijo Jabi, dándole una palmada en la espalda.
Berlín, que había estado hablando con Baviera, se acercó a Ecuador.
—Ecuador, no te asustes si algo extraño sucede, ¿de acuerdo? Alemania te contará todo en su momento. Te prometo que él deseaba este momento más de lo que imaginas. Solo... no te quites el collar, ¿sí?
Ecuador escuchó atento y, cabizbajo, asintió en silencio.
Cuando abrieron las puertas, Ecuador y Jabi ingresaron al salón. La familia de su prometido se levantó al verlo entrar; todos estaban pálidos, con los ojos enrojecidos, observándolo fijamente. No parecían personas normales, más bien miraban como si vieran a un intruso... o una presa.
Jabi, asustado, se acercó aún más a Ecuador.
"Esto parece una leyenda de terror"
Pensaba Ecuador, hasta que vio a su prometido esperando en el altar. Vestía un traje negro con un broche en la corbata, similar al que llevaba Ecuador.
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Mi calma [Dibukus🍓]
Lãng mạnNos trasladamos hacia el pasado, donde un pequeño niño llamado Alemania tendrá que crecer rápido por la esperada muerte de su padre, manejar con el sentimiento de soledad a pesar de no faltarle nada, o eso cree. Por otra parte, está Ecuador, pasando...