𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓𝒔 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝟏𝟗𝟕𝟎 - 𝑱𝒐𝒐𝒏𝒈𝑫𝒖𝒏𝒌

𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐

Joong finalmente había colgado el teléfono, nunca lo había tocado y evitó volver a mirarlo, simplemente no se atrevía a hacerlo. Se mudó de su casa poco después, lo había hecho varias veces antes de establecerse en un nuevo lugar, allí encontró a una hermosa mujer llamada Lily, con quien se casó.

La pareja finalmente estaba esperando su primer hijo y no estaban seguras de un nombre hasta que Lily encontró una nota adhesiva con "Tay" garabateado, le había preguntado a Joong qué significaba la palabra, pero él negó tener conocimiento de lo que significaba o de dónde venía. Después de convencerlo un poco, Joong acordó llamar a su primer hijo Tay. Tay tuvo una infancia feliz, con padres amorosos que le dieron todo lo que siempre quiso o necesitó. Joong le contaba cuentos antes de dormir todas las noches y, a veces, Pond también venía a compartirlos.

Unos años después, Lily esperaba otro hijo. Casi al mismo tiempo, Jimmy, el amigo de Joong, había perdido su larga batalla contra el cáncer. El segundo hijo de Joong recibió el sobrenombre de "Jimmy" en su memoria.

Joong continuó manteniendo su cuaderno de fechas cerca de él, planeando ir a visitar a Dunk Natachai en persona, pero no se atrevió a hacerlo, por lo que recurrió a la persona que le creería, Tay. Había seguido viviendo una vida buena y plena, pero sin olvidar nunca al chico con el que hablaba por teléfono.

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Dunk miró las huellas de las manos en la pared todas las noches durante semanas, hasta que notó algo escrito debajo de ellas, "Te amo" Leyó. Había colocado su mano sobre la huella de Joong y se desmoronó, escuchando Unchained Melody hasta quedarse dormido todas las noches, asimilando las palabras y maldiciendo el tiempo.

Whoa my love, my darling
I've hungered for your touch
A long, lonely time
And time goes by so slowly
And time can do so much
Are you still mine?

Todo lo que escuchó fue la voz de Joong. La fotografía del joven Joong yacía sobre su escritorio, enmarcada e intacta. Había cumplido todas las promesas que le había hecho a Joong. Cuidó las flores, de las cuales habían florecido dos. Uno se mantuvo en el jardín de Dunk para que creciera y viviera, mientras que el otro fue cortado y colocado en la tumba de Joong. Después de un tiempo se dio cuenta de que lo que hizo Joong no fue egoísta, sino que fue un acto de amor. Era el cliché "Si lo amas, déjalo ir" A Dunk lo dejaron ir. Finalmente, Dunk salió por primera vez en más de un mes. Olió el aire fresco del otoño y recordó que la última petición que Joong le hizo fue que viviera su vida. Entonces eso fue lo que hizo.

No hubo explicación ni respuestas sobre por qué un día, a finales de julio tanto de 1970 como de 2020, una llamada telefónica había sido tan poderosa como para romper el tiempo. Ni Dunk, ni Joong habían ido a buscar ninguno ni se lo habían contado a nadie. Las llamadas telefónicas, por inexplicables e imposibles que fueran, y todo su contenido seguían siendo sus pequeños secretos. Las llamadas realizadas desafiaron todas las leyes del tiempo y el espacio que existían, pero no pudieron compararse con lo mucho que habían cambiado las vidas de dos jóvenes. La conexión de esos dos corazones era más fuerte que la magia que los unía.

Entonces, por doloroso y trágico que haya sido el final de esta historia, ahora sabes que una vez, en la misma habitación, en la misma casa, con cincuenta años de diferencia, Joong Archen y Dunk Natachai se amaban.

Fin