Los hombres no lloran, no limpian y no cocinan.
pero Esteban había roto todas esas reglas hacía mucho y ahora se había levantado más temprano de lo habitual para prepararle la torta de cumpleaños a Francisco que aún dormía plácidamente en la cama.
Había hecho un desastre, no sabía como las abuelas preparaban bizcochuelos tan fácilmente cuándo a él le había llevado más de cuatro horas contando desde la madrugada.
sin embargo había logrado hacer una torta más o menos decente y esperaba también rica que ahora llevaba al dormitorio.-buen dia, amor-le dijo besandole la mejilla derecha que era la única parte visible de Fran, sepultado bajo las frazadas
él se quejó y tapó completamente, pero Esteban, que había dejado la torta en la mesita de luz, se puso de pie, corrió las cortinas y lo destapó.
-es un día hermoso-le dijo subiendose encima-adivina porque
-hermoso sería dormir-dijo él tapándose los ojos con el antebrazo
-es un día hermoso porque un día como hoy naciste vos
-uf-dijo Fran dejando ver su sonrisa por debajo del brazo-como es el cumpleaños de Fran, Fran decide, y yo decido seguir durmiendo
-pero te hice algo-le dijo algo apenado y manipulador
Fran se esforzó por abrir los ojos y vio la torta allí.
su sonrisa se expandió-¡uh! ¡no me hacen una torta desde que era un pibe!
-sos un pibe-le dijo él besando su frente-feliz cumpleaños mi amor
-gracias bebé
Esteban salió de encima y se acostó a su lado
-tengo que ir a comprar un regalo para vos, no pude todavía
-lo que yo quiero está en tus pantalones-respondió él, mirandolo
-eso lo tenés siempre
-pero ahora es especial porque es mi cumpleaños, ¿me lo podes dar?
Ese no era el plan de Esteban, pero era el cumpleaños de Fran, y tal como había dicho, él decide.
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Esteban besaba su pecho lentamente mientras él cerraba los ojos sintiendo sus labios recorriendo cada centímetro de piel que de a poco se iba calentando.
Bajó una de sus manos y enredó sus dedos entre su pelo acariciandolo.
Esteban se acomodó entre sus piernas abiertas y con sus besos llegó al elástico de su pijama para luego deslizarlo junto a la ropa interior.Tomó su erección y la repasó con los dedos mientras dejaba besos encima de los huesos de su cadera, terminando en el miembro que comenzó a lamer lento, de arriba a abajo, sintiendo como se ponía más duro con cada pasada.
La nuez en la garganta de Fran se movía mientras él se mordia los labios.
tenía la boca de su esposo alrededor de su pene, succionando, chupando y besando a un ritmo perfecto, llevándolo a la demencia.No supo cuantas veces acabó, Esteban no parecía querer parar, seguía moviendo su cabeza, arrastrando su lengua,presionando sus labios sin importar el semen que había de por medio.
Fran estaba en las nubes, extasiado, algo cansado, con los ojos cerrados, cuándo sintió como se acomodaba encima suyo y le tomaba las manos para llevarlas encima de su cabeza.
Sintió como iba dejandole besos delicados en su rostro mientras su pecho desnudo rozaba el suyo y se dio cuenta de que tampoco recordaba cuándo Esteban se había desnudado, pero no importaba, él subió sus piernas y las cruzó en su cadera, presionandolo contra si, juntando sus cuerpos desnudos, provocando una electricidad que los atravesaba.
Esteban besó su cuello mientras entró en él despacio, pausado, como hacía siempre.
dejaba que su cuerpo se acostumbre a la intromisión de a poco, para que no le duela.
Fran buscó su boca con los ojos aún cerrados y lo besó sintiendo su sabor en ella, saboreandolo.Cuándo Esteban llegó profundo se quedó quieto y entrelazó los dedos con los suyos, rozando ambos anillos.
-¿este es tu regalo?-le preguntó sonriendo, separándose un poco para volver a entrar, muy lento y profundo
-vos sos mi regalo-dijo él antes de esconder su rostro en el cuello ajeno-sos mi amor,sos mi todo
Esteban soltó una de sus manos y la apoyó en su cabeza, acariciandole el pelo con suavidad
-sos mi amor-le dijo él también, mirandolo. verlo era un placer que no tenía descripción, podría dejar la vida por poder mirarlo así
Fran sonrió y levantó su cabeza para besarlo de nuevo.
Las embestidas subieron la intensidad.
Esteban seguía tomandolo de la cabeza para que esta no golpee el respaldo de la cama mientras él se movía cada vez más rápido y más fuerte adentro suyo.Cuando acabaron lo hicieron juntos y permanecieron asi, desnudos, enredados en las sábanas.
-realmente sos el hombre más hermoso que vi en mi vida-le dijo Esteban. estaba acostado de costado acariciandole el pecho, que como Fran estaba boca arriba parecía más abierto
él sonrió y volteó su rostro para mirarlo
-cuándo sea viejo no te voy a gustar
-cuándo seas viejo yo lo voy a ser aún más-le dijo dejando de acariciar su pecho para hacerlo en su rostro
-nunca vas a ser más viejo que yo-le dijo él con una voz baja y tranquila sin perder la sonrisa
-no entiendo-respondió Esteban, eso no tenía sentido, él le llevaba algunos años
-siento que me voy a morir joven, siempre lo sentí
-ay Francisco,no digas zonceras
-es un sentir
-sentí algo lindo ¿querés?-le dijo entre enojado e impresionado.
se sentó en la cama dándole la espalda y al cabo de algunos segundos sintió sus delgados dedos acariciandosela
-cuándo seas viejo y yo no esté, seguí siendo puto-le pidió. Esteban volteó y lo vio de costado, sosteniendo su cabeza con una mano, con el codo clavado en la almohada-divertite, busca el amor de nuevo, baila...
-¿porque estás haciendo esto? me haces sentir mal
-todo lo que quiero en esta vida es que seas feliz-le dijo aún tranquilo y sonriente, subiendo su mano hasta su rostro para acariciarlo con el reverso de sus dedos
-soy feliz
-conmigo,y sin mi también
Esteban le retiró la mano y se puso de pie para empezar a vestirse
-no te enojes que es mi cumpleaños
-¿podes dejar de hablar así?
-si, amor-respondió apoyando su cabeza en la almohada-¿pero me lo prometes?
Esteban, con su pijama puesto, apoyó ambas manos en su cadera y lo miró
-vas a estar vos para encargarte de que sea un viejo puto, basta
se fue antes de que Fran responda y él miró el techo,pensativo.