Viva El Emperador / Muerte Al Falso Emperador

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Preherejía: las semillas de la destrucción

Cuando el trigésimo primer milenio llegó a su fin, con él terminó la Gran Cruzada del Emperador. Sus poderosos ejércitos, liderados por Sus Primarcas, ya habían conquistado casi todo el espacio conocido, reunificando las hebras del hombre bajo Su gobierno. Fue en este vacío que el Emperador anunció a sus hijos que dejaría la vanguardia de la Cruzada para regresar a Terra. El mando de sus ejércitos recaería en su hijo predilecto, Horus.

 El mando de sus ejércitos recaería en su hijo predilecto, Horus

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Fue después de esta declaración que comenzó la podredumbre. Las amargas disputas sobre el uso de poderes psíquicos llegaron a un punto crítico en Nikaea, con legiones divididas con vehemencia sobre su uso. La decisión final del Emperador fue el eliminar todo uso de poderes psíquicos, esta desicion enfureció a los Mil Hijos, viendo a Nikaea como un terrible error y en secreto juraron el salvar al Emperador de sí mismo. Algunos otros sospechaban un propósito aun más oscuro, no sabiendo cuál era verdaderamente el oscuro propósito de su Padre.

Después de que el Emperador regresó a Terra, la disformidad comenzó a cambiar, como si algo o alguien la estuviera agitando. Los viajes disformes se volvieron cada vez más traicioneros y las flotas expedicionarias encontraron que el movimiento era cada vez más difícil. El Astronomicón estaba parpadeando, causando estragos momentáneos en todo el Imperio.

Fue el mundo salvaje de Davin, donde el Maestro de la Guerra Horus fue derribado por una espada alienígena que desconcertó al mejor de los boticarios de la legión. Mientras yacía en el delirio, fue visitado por su hermano Magnus, quien junto con Kurze y Alpharius intentaba advertir a Horus de la traición de su padre. El plan era desesperado, ya que el golpe fue un intento de los Portadores de la Palabra de mantener a Horus incapaz de influir en los acontecimientos que sucedían en otros lugares, pero Magnus finalmente tuvo éxito.

La terrible experiencia le reveló al Señor de la Guerra los verdaderos peligros del Caos: un poder tan grande que se había apoderado de su padre y lo había vuelto contra sus hijos. Mientras Horus luchaba por recuperarse y prepararse, los acontecimientos lo alcanzaron, curze de los amos de la noche en un intento de asesitando atacaria a Rogal Dorn del cual fallaria, para luego desaparecer. El Emperador ordenó a los Lobos Espaciales que fueran a Prospero, para traer al Primarca Magnus de regreso a Terra por el crimen de usar poderes psíquicos ilegales.

Cuando Horus se recuperó, convocó a una reunión de sus guerreros más cercanos, incluido el  Mournival. Lo que dijo allí los sorprenderia a todos.

Garviel Loken apenas podía creer lo que le acababan de decir. ¿El Emperador, trabajando con los malvados poderes de la Disformidad? ¿El Emperador, en busca de la Divinidad? Si no hubiera sido por la expresión del Señor de la Guerra, la forma en que estaba tomando esta revelación, la habría considerado herejía, traición. Pero la forma en que Horus actuaba, como alguien que acababa de ver todo en lo que había creído y servido destruido ante sus propios ojos.
A su lado se encontraba su carismatico amigo Torgaddon el cual poseia una mirada sombría, su habitual humor jovial había desaparecido. Abaddon apretó los dientes y los puños, apenas conteniendo su ira, mientras el Pequeño Horus actuaba mecánicamente, como si se le hubiera escapado la vida.

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2024 ⏰

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HEREJIA IMPERIAL (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora