SMG4 en Yandere Simulator (smg34)

7.En todo lugar.

Smg3 se levantó tumbado en el sofá en la casa de Smg4, con él mirándole preocupado.

—¡¿Smg3?! ¡¿Estás bien?!—Preguntó Smg4 preocupado.

—Smg4... ¿D-Dónde estoy...?—Preguntó Smg3 mientras se intentaba levantar.

—¡¡NO ME VUELVAS A DAR ESOS SUSTOS, IMBÉCIL!!—Dijo Smg4 llorando mientras se abalanzaba hacia Smg3 para darle un abrazo.

—Pensé que estabas enfadado...—Dijo Smg3 devolviéndole el abrazo.

—¿¡Cómo voy a estar enfadado si estabas tirado en el suelo inconsciente!?—Respondió Smg4.

—Gracias, por, ya sabes... por preocuparte por mí...—Agradeció Smg3.

Smg3 y Smg4 se quedaron allí mientras se abrazaban. Pero, en ese momento Smg3 abrió los ojos y vió a la chica que la había hecho desmayarse.

—¡E-Ella me hizo desmayar!—Dijo Smg3 preocupado señalando a la chica.

—¿Dé que hablas 3...?—Preguntó Smg4 mientras miraba a donde Smg3 señalaba.

—¡Esa chica de ahí!—Respondió Smg3.

—Allí no hay nadie 3...—Dijo Smg4 preocupado por Smg3.

Smg3 empezó a ver borroso de nuevo y por poco se iba a desmayar, pero Smg4 le trajo un vaso de agua y le consiguió tranquilizar, haciendo que Smg3 ya no viese a aquella chica.

—¿Estás seguro de que no necesitas ver a un médico...? Estás bastante débil...—Dijo Smg4 apartándole el pelo de la cara.

—Estoy bien, no me pasa nada. Solo vi alucinaciones, eso es todo.—Contestó Smg3.

—Vale, pero te quedarás aquí hasta que te recuperes. ¡No dejaré que te vuelvas a desmayar!—Dijo Smg4.

Smg4 se fue a la cocina para preparar algo para Smg3. Smg3 sonrió y miró a la cara de Smg4. Era perfecto, dulce, guapo, agradable, respeta a los demás... Era la persona perfecta. Se sonrojó y se tumbó en su sofá poniéndose la manta por encima de su cuerpo.

—Estás buenísimo...—Susurró Smg3.

—¿Qué has dicho? No te he oído.— Preguntó Smg4.

—No he dicho nada.—Respondió Smg3.

—Vale... ¡Ya lo he terminado! ¡Solo tienes que tomarte esto y en una horita estarás mejor!—Dijo Smg4 ofreciéndole medicina.

—No lo necesito.—Contestó Smg3.

—¡Venga, no seas idiota! ¡Te sentirás mucho mejor!—Dijo Smg4.

—¡Qué no lo quiero!—Respondió Smg3.

—¡Pues tendré que dártelo yo mismo!—Dijo Smg4. —¡Abre la bocaaa!—Dijo Smg4 acercándole la medicina a la boca.

—¡Déjame en paz, inútil!—Contestó Smg3.

—¡Te la tomas o te la doy yo mismo!—Dijo Smg4 intentando que Smg3 se tomase la medicina.

Smg4 le acercó la medicina a la boca y consiguió que se la tomase, y Smg3 al ver que Smg4 le estaba dando el la medicina se sonrojó y apartó la mirada.

—¿Ves? ¿A que no ha costado tanto?—Preguntó Smg4.

—Cállate...—Contestó Smg3 sonrojado.

—¡Aww! ¡Te has sonrojado! ¡Eres demasiado adorable!—Dijo Smg4.

—Que te calles... Me avergüenza sonrojarme...—Dijo Smg3 avergonzado.

—¡No tienes de que avergonzarte, es normal sonrojarse!—Respondió Smg4.

—Ya, ya. ¿Pero tú no estabas enfadado?—Preguntó Smg3.