Sin Control - [Kookmin]

❤️Capítulo 29❤️

— Listo.— miró a Jimin con una sonrisa.— La casa es toda tuya.— Jimin bufó.

— Jamás hubiese sido capaz de comprar una casa así. ¿Cuánto costó?.— preguntó muy decidido a saber. Jungkook soltó un suspiro sonoro.

— Minnie...

— Kook, ¿cuál fue el precio?.— preguntó de brazos cruzados.

— Aproximadamente 12.000 USD.

— Kook en wones.

— Antes quiero que sepas que eso no fue nada, además, todo lo que quisieras lo tendrás.

— Que lindo eres kookie, aprecio lo que haces y dices, ahora dime.— dijo decidido.

— Fueron 16.000.000 KRW, es una tontería ya que la ubicación y el estado de la casa son impresionantes.

— ¡¿Qué?!.— chilló sorprendido.— Jeon Jungkook, ¿cómo se te ocurre gastar esa cantidad de dinero en está casa?.— estaba alterado.

— Escúchame bien Park. Te dije que el dinero jamás será un problema, además, la compre porque de igual manera nuestros hijos necesitarán donde dormir.— Jimin se atragantó con su saliva y sus mejillas se tornaron rojas.

— Estás loco.— respondió con una media sonrisa.

— ¿No piensas tener hijos conmigo Jeon Jimi...?.— preguntó también con una sonrisa.

— Me encargaré de pagarte la mitad que me corresponde.— respondió mientras se dirigía al auto a bajar las maletas.

— ¿Definitivamente ahora te vas a poner quisquilloso?.— preguntó de brazos cruzados.

— Por supuesto que no Jeon, pero esto es demasiado.— respondió mirándolo a los ojos.

— Te dije que no es un problema, tú jamás serás un problema para mí, si pudiera regalarte la luna lo haría. Te lo vuelvo a decir, te amo Jimin y me encargaré de demostrártelo diariamente.

— Si que eres afortunado al tenerme Jeon Jungkook.— dijo yendo a abrazarlo.

Ambos se amaban, y Jungkook se lo demostraría a Jimin todas las veces que quisiera. Horas después se encontraban en su habitación.

— ¡Aaaahhh! kook... ahí... más... aaaggg... r-rápido... sí... ¡aaahh!.

— Maldición... minnie... me encanta... como gimes...— dijo con dificultad.

— N-no p-pares... Jeon... ¡¡¡Aaahhh!!!.— Jimin había llegado a su anhelado orgarmo.

Jungkook siguió embistiendo en Jimin y con dos estocadas precisas se corrió en su interior.

— ¡¡Aahh!!.— Jungkook empezó a besar a Jimin con suma devoción estando aún en su interior.— Te amo Park.

— Y yo a ti Jungkook, pero sabes que odio que me llames Park y Jimin.— dijo frunciendo el ceño.— Jungkook sonrió.

— Pero si ese es tú nombre.— pasó su mano por la frente de Jimin para quitar los cabellos que se encontraban pegados a está por el sudor.

— Pero no me gusta que tú me llames de esa manera, soy tú pareja Jeon, tratamé como tal.— dijo formando un puchero inconsciente.

Jungkook lo besó.

— Está bien minnie, como tú quieras.— recostó su cabeza en el pecho de Jimin.

— Kook podrías salir de mí y levantarte, prepararé la cena y acá acostado con tú pene en mi culo no lo podré hacer.— dijo acariciando la espalda del contrario.

— ¿Quién dice que no?.— sonrió.

— Kook deja los juegos.— le beso sus cabellos.

— Está bien.— Jungkook salió de Jimin y se recostó en su lado de la cama. Jimin se levantó desnudo por toda la habitación.— Minnie no camines desnudo frente de mí a menos que quieres que vuelva a cogerte.— dijo con una sonrisa.— Y hablo en serio.— aseguró.

Jimin sonrió y solo se colocó las bragas que Jungkook una hora atrás le habría quitado, un short y una gran franela de Jungkook.

Los días pasaron y los chicos se sentían cómodos. Jimin le había contado a Jungkook todo lo que Rose le había confesado, se sentía dolido por ello, pero sus clases y el tiempo en casa lo mantenían distraído. Jungkook por su parte no había vuelto a hablar con su padre desde lo ocurrido, el Sr. Min lo había estado ayudando dándole un trabajo de medio tiempo en su compañía que mayormente manejaba a distancia. Era fin de semana y los chicos querían correr una vez más, Jungkook se sentía bastante cansado así que Jimin lo convenció de que se quedarán.

Ambos jóvenes se encontraban ese fin de semana viendo una película en la comodidad de su sala. Prepararon palomitas, tenían una lata de refresco para cada uno. Jimin estaba bastante tranquilo, Jungkook por su parte se sentía un poco intranquilo.

En la casa Jeon, Rose y Minho habían estado teniendo muchísimos problemas desde la partida de ambos jóvenes, inclusive ya no dormían juntos, y ese día definiría su relación.

— ¿Podrías dejar de pensar en Jungkook y centrarte más en mí?.— preguntó irritada.

Minho estaba desesperado porque no sabía nada de su hijo.

— Para ti es fácil decirlo, jamás quisiste a Jimin, no puedo creer que en serio todo haya sido por diner....

— Esto debe ser una maldita broma.— atacó inmediatamente.— ¡¿Insinúas que todo fue por el puto dinero?!.— preguntó muy alterada.

— ¡Pero si fue eso lo que salió de tú boca!, ¿por qué te haces la ofendida?.

— ¡¡¿Hacerme la ofendida?!!, ¿escuchas todo la mierda que estás diciendo?.

— ¡¿Y cómo quieres que le llame?, empiezo a creer que de verdad Jimin tenía razón.

— Esto es una maldita mierda, eres un asco de hombre Jeon.— lo señaló.— Siempre lo fuiste, por eso tú esposa murió y Jungkook se alejo de ti, tus putas ideas, creencias y pensamientos han jodido tú maldita familia, eres una completa basura que no tiene ningún derecho a hablar de mí.— escupió, abrió los ojos en sorpresa y cubrió su boca con sus manos por todo lo que había dicho.

— ¿Sabes que si es una mierda?, este matrimonio. No quiero volver a escuchar que de tú boca sale alguna palabra relacionada con el amor de mi vida y mi hijo, porque me encargaré de hacer tú vida miserable.— advirtió y empezó a caminar a su habitación.— Mañana te espero para firmar los papeles de divorcio, no pienso seguir atacó a una mujer como tú.

Rose estaba furiosa y odiaba a Minho por todo lo que le había dicho.

— ¡¡¡Me las vas a pagar Minho!!!, de mí no te vas a estar burlando, tarde o temprano caerás y no tendrás a nadie que pueda levantarte, ¡¡¡porque tú hijo te odia y está más interesado en cogerse al imbécil de Jimin que otra cosa!!!.— gritó. Minho detuvo sus pasos abruptamente.

— ¡¡¡Que sea la última maldita vez que mencionas a mi hijo o inclusive a Jimin, eres una buena para nada, no sirves como madre ni como ser humano!!!, no puedo creer como Jimin a pesar de todo lo que hizo o pudo hacer se mantuvo derecho y te tuvo respeto.— siguió su camino y se encerró en su habitación.