Capítulo Único.

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No tenía un horario fijo, corría de aquí y allá. Y probablemente ese sea su problema, no tenía tiempo para nada, ni tampoco lo iba a tener.

Las vacaciones se aproximaban y Kaveh debía entregar una evaluación urgente, otros trabajos pendientes y más, una vez lleguen las vacaciones, el cierre de nota del primer semestre se cierra.

No era la primera vez que terminaba de esta manera, mucho menos ahora que le asignaron una habitación junto a alguien menor que él. Aunque sean solo tres o cuatro años de diferencia, seguía siendo extraño. ¿Desde cuando su liceo accedió a dar habitaciones juntas con niños de básica? Es quizás eso, el porque Kaveh ni tenía si quiera tiempo para ir al baño. Por que era verdad, no lo tenía.

Su compañero de cuarto tenía sus 15 años, cuando él tenía ya 18 años, y era tan molesto trabajar con ese tipo que realmente Kaveh deseaba volver a sus épocas de juventud en donde no se topaba con este tipo de personas tan tediosas y rudas.

A día de hoy, a ojo de águila de Kaveh, todos los jóvenes de básica no eran ni más ni menos que niños orgullosos de si mismos, con un ego demasiado alto y sobretodo malditamente molestos. Haitham, era uno de ellos.

Si bien todos lo llaman Alhaitham, una forma de mostrar respeto, a Kaveh le daba tremenda verga de importancia.

Puede que sea un niño importante en el liceo tanto como afueras de este, a ojos de Kaveh seguía siendo un niño mimado y caprichoso que obtenía lo que quería con solo mirar con su típica cara estúpida y molesta.

Si Kaveh pudiera, le golpearía la cara como nunca antes.

Lástima, era un liceo de excelencia y Kaveh tampoco quería desperdiciar esa oportunidad para no tener un futuro prometedor y estar orgulloso de eso.

Por eso, ahora mismo, se encontraba en la biblioteca nuevamente, estudiando y gastando las horas de su descanso en trabajo.

Debía hacer mil y un cosas que realmente pensaba si le tenían mala los directivos del colegio y del porqué tanta tarea, cuando claramente, personas en su clase no hacían nada y pasaban con una mejor nota que él.

Kaveh sentía envidia.

O tal vez celos.

Le daba igual.

La tarde noche llego y Kaveh tuvo que retirarse a pisotones al ser regañado por la tía de la biblioteca, “Vaya vieja pesada, coño. ” , se decía en su mente, tratando de aunque sea, no botar nada en el camino a su habitación, y oh.

Si, Oh.

Esta cerrada.

¿Pero porqué?

Sus llaves no las encontraba, y pareciera que Alhaitham no llegaba aún. Kaveh sintió una rabia, demasiado grande para ser exactos. Quizás la vida no estaba de su lado este año, otra vez.

Tal vez le faltaba una buena dosis de sexo. Pero no tenía a nadie que no lo conociera, es como si, de un día a otro, todo el mundo lo conoce.

Ese no es el punto.

Kaveh se quedó fuera de su dormitorio compartido, otra vez.

“Puta, mierda, carajo.” Tiraba una palabra tras otra, quejándose y hablando consigo mismo. Era tan molesto, tan vergonzoso ver que la gente pasaba a su lado y lo veía ahí, sentado al lado de la puerta, como un rarito sin casa.

Y es que se sentía así incluso hasta el mismo.

Decidió esconderse entre sus piernas, dejando sus cosas a su lado sin tomarles atención, cerro los ojos y se abrazó a si mismo mientras seguía con la cabeza metida entre sus piernas flexionadas hacia arriba. Trato de pensar en algo que lo tranquilizara.

GENTLE.   [HAIKAVEH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora