LAS CAJAS

97 7 0
                                    

Erica se asomó por el conducto y echó un vistazo, murmurando cosas y viendo con la linterna.

—Mhm... No lo sé-dijo bajándose de la escalera y volteando a mirar a los chicos.

- ¿No sabes si cabes? —preguntó
Dustin.

—No, si quepo. Solo que no se si quiero.

Jules frunció el ceño.

- ¿Eres claustrofóbica? - preguntó
Robin.

La menor negó, —No tengo fobias.

—Bueno, ¿cuál es el problema? - preguntó Jules.

—El problema es que aún no he oído lo que Erica recibirá por esto.

Los cuatro compartieron una mirada, mientras soltaban un suspiro.

- ¿Acaba de hablar en tercera persona? —preguntó Jules en un murmuro.

Algo desesperados, eligieron una mesa y comenzaron a traerle todo tipo de helados a la Sinclair menor, mientras Jules y Dustin se quedaban sentados al lado de ella, intentando convencerla.

Steve le acercó un postre mediando con mucha bocha de helado y obleas, pero Erica se lo devolvió.

—Más caramelo, por favor-todos se quedaron viendo a Steve, quien parecía capaz de tirar el helado en el cabello de la niña si seguía ordenando más— ¡Vamos! —hizo una seña de aue se fuera rápido.

Jules se levantó, —Yo iré-le hizo saber a Steve, tomando el helado.

Fue hasta el puesto y tomó la salsa de caramelo, lanzándo mucha de esta encima, luego agrego una cereza más y se quedó contenta con el resultado.

No le vendría mal un trabajo en la heladería.

Volvió a la mesa y tomó asiento al lado de Dustin, pasándole el helado a la niña.

El de rulos comenzó a hablar.
—Creemos que estos rusos quieren hacerle daño a nuestro país. Mucho daño. ¿No amas a tu país?

—No puedes decir "América" sin
"Erica".

Jules se quedó pensando y luego hizo una mueca demostrando que lo que decia era verdad.

-Curiosamente, eso es cierto-murmuró la castaña.

-Entonces no hagas esto por nosotros-volvió a hablar Dustin— hazlo por tu país. Hazlo por el prójimo. Hazlo por América, Erica.

La menor terminó su bebida y sonrió, - iUh! Me dieron escalofríos
-Dustin compartió su discurso-Si, por la bebida, no por tu discurso.

Los chicos se miraron entre sí, mientras Jules dejaba caer su cabeza en la mesa, totalmente cansada.

Erica volvió a tomar la palabra.
- ¿Saben lo que más amo de este país? El capitalismo. ¿Saben lo que es el capitalismo?

-Si-respondieron.

-Pues que esto es un sistema de libre mercado. Se le paga a la gente por sus servicios, dependiendo de cuán valiosas sean sus contribuciones. Y mi capacidad de caber por ese orificio es muy valiosa para todos ustedes -Robin y Dustin compartieron una mirada-Así que, si quieren mi ayuda, que este Barco Caramelo sea el primero de muchos.

—Ve al punto, Erica-gruñó Jules.

—Estoy hablando de helado gratis de por vida.
Jules levantó la cabeza, acomodándose el gorro de marinero que se había salido en cuanto había apoyado su frente en la mesa.

En cuanto la noche cayó, ya todo estaba listo para iniciar con el plan.
Los cuatro estaban en el mismo lugar que la noche anterior, solo que ahora sin lluvia, sin guardias, sin correo y sin armas.
Solo estaban ahí, con el radio, esperando que Erica llegara al objetivo y les abriera la puerta.

ATELOFOBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora