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┊╰ capítulo cinco



denorah.

El viaje hasta Hogwarts se me hizo ligero, fue un camino lleno de charlas profundas que salían de los repentinos cambios de temas, risas que provocaban dolor abdominal, chistes malos de Lorenzo, estrategias cuidadosamente planeas al detalle de quidditch...

Un viaje de poco más tres horas, me daba la sensación de haber durado diez minutos.

Las chicas y yo poco antes de que el tren llegara a la estación, nos dirigimos a los lavabos del tren, teníamos que arreglarnos y prepararnos con el uniforme, una falda un poco por encima de las rodillas, una camisa blanca junto con una capa negra, a diferencia de ellas, yo necesitaba primero ser seleccionada antes de ponerme cualquier accesorio que simbolice la relación con alguna de las cuatro casas.

Sentía como el tren lentamente llegaba a su destino, en el pasillo un barullo de personas, cada unos ya propiamente vestido con su uniforme y maleta en mano, los que mas resaltaban eran los más pequeños, todos de primer año, enriquecidos con la idea de explorar la magia en todo su esplendor pero sin embargo rebosando de nervios.

No me emocionaba volver a repetir la misma escena que ya había hecho dos veces, que te seleccionen delante toda la escuela, por más valiente que seas te puede llegar a causar muchos nervios.

Pansy iba la primera en salir, entre insultos y empujones nos abría el paso entre la multitud. Ya en la estación esperamos un poco a los chicos, que se abrieron camino imitando a Pansy.

Mire al frente, desde aquí se podía contemplar aquel enorme castillo, sentí un cosquilleo, me revolví un poco nerviosa en mi sitio, aun no podía procesar el echo de que asistiría a la misma escuela que mis padres.

—Precioso, ¿verdad? —Enzo controlaba con maravilla el palacio igual que yo, parecía comprender mi sorpresa. Yo asentí.

—Es más bonito de lo que jamás me hubiera imaginado —confesé.

—Los nuevos y los de primer año conmigo por favor —daba voces un hombre de al menos tres metros, tenía una gran barba.

     A lo lejos pude ver a Harry y a sus amigos saludarle, el hombre estaba un poco serio y al verlos a ellos su expresión cambió totalmente.

—Tienes que ir con él —Draco puso su mano en mi hombro llamando mi atención, para señalar al anterior hombre.

Agarre con fuerza mi maleta, comencé a caminar un poco nerviosa hacia al hombre, en mi cabeza resurgieron las historias que tanto me contaba mi padre, entonces fue que le puse nombre, Hagrid.

Me acerqué hasta a él, junto a mi varios chicos y chicas que irían a primero. Nos guió hasta unas barcazas, que nos llevarían hasta el gran palacio. Ya allí, todos esperaríamos en unas escaleras.

Mis ansias porque todo este proceso fuera rápido estaban en aumento, llegando a un punto de desespero, hasta que llegó una mujer, alta y de edad avanzada, llevaba un gran túnica negra y un gorro de punto, sus pequeñas gafas cubrían sus ojos llenos de un poco de pesadez, explicaba cómo sería todo este proceso de selección.

Aquellas grandes puertas se abrieron, yo estaba la última en el multitud, según me había explicado, los más pequeños serían seleccionados primeros.

El proceso era largo, las piernas ya me dolían de la larga espera, las manos me sudaban de los nervios, entonces me di cuenta de que ya me tocaba.

—Denorah Gartner —llamó la señora del gorro de punta.

Me acerqué a paso tembloroso al pequeño banco, ella me colocó el gorro en la cabeza, sentí como se me erizaba la piel, pude ver a lo lejos a muchos rostros ya familiares.

El gorro apenas posarse en mi cabeza dio un gran suspiro junto con una carcajada.

—Vaya, vaya, vaya, ¿una Gartner?, ¿en serio? —ya está, ya sabe todo— Está bien, está bien, vamos a dejarlo así, te he examinado y por tu legado yo creo que... —tardaba mucho en decidirse, susurraba cosas que ni yo lograba entender— Definitivamente eres una... ¡Slytherin!.

Grito finalmente, de cierta manera me entristecía no estar en la misma casa que mi hermano o con Hermione, pero al menos estaría con Draco.

La mesa de Slytherin daba una inmensa cantidad de aplausos y pegaban golpes a la mesa, supongo que tener a una Gartner les alegraba mucho.

Apenas me acerqué todo el grupo de Draco se levantaron de la mesa y me abrazaron todos para comenzar a saltar a mi alrededor, todos muy emocionados.

—Que orgullo tenerte en Slytherin, por fin ya no estaré solo con todo este par de idiotas —Zabini pasó uno de sus brazos por mis hombros y me acompañó hasta un sitio a su lado en la mesa.

—Tu si que eres un idiota Zaza, ella está con nosotras —Daphne apartó el brazo de Zabini y se sentó a mi lado.

—Me alegra estar con gente que conozco —dije yo.

—Está claro chicos, este año va a ser el mejor —declaró Matthew mientras sacaba una petaca de su bolsillo y colocaba un poco en el zumo de calabaza de cada unos de nosotros.

—Venga chicos, y chicas —añadió Draco al recibir la mirada asesina de Pansy—. Porque hagamos de este año uno de los mejores.

Nos entretuvimos hablando sin parar en el comedor, ya me había hecho una detallada descripción de cada una de la vida de casi todos los de aquel comedor, Zaza sabía todo de todos.

Dumbledore dio unas palabras, luego nos sorprendió con la noticia de que este año habría más escuelas en Hogwarts, para lo que llamaban el torneo de los tres magos. La mayoría no estaba nada contenta con los requisitos para participar.

Después de esta larga noche, tocaba irse a las habitaciones, que yo por suerte, compartiría con Pansy y Daphne.

—Denorah —hablo Pansy mientras estaba tirada en mi cama, yo guardaba mis cosas—, pero ¿qué tal Norah? o quizás ¡Didi! —al parecer quería ponerme un apodo.

—¿Didi? —nunca me había dicho así antes.

—A mi me gusta Didi —Daphne ahora también se recostó en mi cama— Es como raro pero lindo.

—Didi —volvió a hablar Pansy—, ese será tu nuevo apodo.

Iba a preguntar algo, pero comenzaron a dar golpes incesantes en la puerta de nuestra habitación, Pansy se acerco a abrirles la puerta para luego regañarlos a todos.

Según Daphne cada primera noche de Hogwarts, organizan un ma pijamada, se juntan todos los del grupo en la habitación de las chicas.

—Traigo a las poderosas —habló Blaise mientras sacaba de su bolsillo varias barajas de cartas—, esta noche él o la que pierda, ya sabe que tiene retos el resto de la semana —Pansy comenzó a aplaudir.

—¿Qué dices Theo? —preguntó Matthew mientras me miraba— ¿Le tenemos piedad a la nueva? —yo le miré por encima del hombro.

—Ninguna Matthew —Theodore me miraba como si ya hubiera ganado alguno de los juegos que aún no habíamos empezado.

—Uf... —expreso Enzo— Esperemos y sobrevivas.

dreamers. theodore nottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora