Cuando te conocí me sentía muy perdida por la vida, creí que conocer a un hombre que no fuera un idiota era muy complicado.
Quería conocer a chicos que cambiaran mi opinión de ver a los hombres como unos estúpidos patanes. Pero en ese punto yo ya estaba cansada de los hombres, recientemente el chico que estaba conociendo me dijo que ya no quería continuar nada porque yo no era lo que esperaba.
Días después te conocí a ti, aun recuerdo ver tu perfil, observar tus fotos, honestamente en ese momento solo respondí tu mensaje porque pensé que tal vez podríamos tener algo en común, no respondí porque me parecieras guapo o atractivo.
El mensaje que me mandaste siendo tan directo diciendo que querías mi número, fue tan sorpresivo para mí, los hombres con los cuales había estado hablando nunca eran directos, solo sabían decir indirectas que yo era incapaz de captar, simplemente no son lo mío.
Precisamente por el exceso de confianza en tu mensaje, también dudé en responderte, pero lo hice...y ese fue mi efecto mariposa.
Te respondí y tu comenzaste a hablarme con toda la confianza del mundo, yo trataba de llevarte el ritmo, pero sabes que soy un poco más reservada para eso.
El primer día que hablamos, me mandaste una foto de tu perrito, era muy lindo.
Y a los pocos días comenzamos a jugar videojuegos juntos, aunque jugábamos distintas cosas fuimos capaces de encontrar juegos que a ambos nos divirtieran.
Amaba escuchar tu voz, fue lo primero que me gustó de ti, tu voz. Una voz de hombre pero dulce, que era capaz de expresar grandes frases.
Y es que yo sentía que nunca nos quedaríamos sin tema de conversación. Eras muy curioso, me preguntabas todo, querías saber todo, y eso también me gustaba de ti, la forma en que te mostrabas tan interesado por lo que te contaba, y el hecho de que eras capaz de responder algo sensato y acorde a la situación. Nunca dijiste el típico "no sé que decirte" o bueno, al menos no en ese momento.
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Mi último amor
القصة القصيرةÉl es mi último pensamiento del día, las cosas entre nosotros ya acabaron, o más bien nunca comenzaron. Aquí quedarán mis últimas palabras hacia él, plasmadas para que con un poco más de suerte él pueda leerlas. Me pregunto si... ¿se daría cuenta qu...