exigente

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Advertencias de contenido:
omegaverse, checo!omega, max!alfa, smut, escenas sexuales y lenguaje explícito.

Ya ni pongo más advertencias, conozco a mis lectores y no vienen específicamente por la trama.

Disfruten.

🍊!




























Max tenía todo preparado para los siguientes cinco días. Había elaborado minuciosamente una lista con todos los suministros que su omega necesitaría durante el celo, la comida y el agua estaban guardados perfectamente en la cocina de su departamento, colocados de forma que fuera sencilla obtenerlos sin ningún problema; compró medicamentos, cremas, anticonceptivos y mucho, pero muchos, condones. Una caja completa que estaría reposando sobre la mesita de noche a un lado de la cama junto con varias botellas de agua. Y sobre todo, consiguió mantas nuevas para ayudar a Sergio con el nido que haría antes de que el calor lo golpeara; eran suaves al tacto, de colores pasteles y muy bonitas.

Desde que Sergio habló de pasar su celo con él, Max comenzó a idear la mejor forma de que su novio se sintiera cómodo y protegido. Preparó todo el departamento, cada habitación, cada rincón, cada esquina recóndita estaba limpia sin alguna pizca de polvo o de aromas de terceros flotando en el aire, se empeñó en asear todos sus muebles e incluso a bañar a sus gatos; no sabe cuántas veces trapeo el suelo hasta que una vez resbaló por lo liso que estaba.

Pueda que Sergio ya sea su pareja, pero Max sentía la obligación de demostrar que era un buen prospecto como alfa y futuro esposo, que era capaz de realizar los quehaceres del hogar y de brindarle todo lo que quiera. Si Sergio quiere el almuerzo de un rey, Max lo preparará. Si Sergio quiere que salte de la ventana, Max lo hará (aunque eso nunca suceda).

Y cuando el día esperado llegó, Max colocó a Sergio en la habitación principal en dónde tenía las sábanas dobladas y las almohadas apiladas. Permaneció junto a su omega dentro del nido suave, abrazándolo y acariciando su piel cálida. Besó cada parte del rostro de Sergio mientras las horas pasaban y el calor comenzaba a ser más relevante, su aroma relajó el tenso cuerpo del omega y cuando cayó dormido, Max acompañó la pequeña siesta con un suave ronroneo que vibraba bajo su pecho.

El primer día fue tranquilo. Los dolores se calmaban con masajes suaves y analgésicos, el sudor apenas y humedecía la ropa, y las exigencias naturales de Sergio solo se limitaban a comer y a dormir. Mientras Sergio permanece profundamente tranquilo en su mundo de sueño, rodeado de las mantas nuevas y las almohadas de Max, Max se estaba preparando mentalmente para lo que vendría una vez que el omega despierte.

El departamento se volvería un caos de feromonas, calor y muchos fluidos. Tenía que tener en cuenta que Sergio se volvería insaciable y que él no podrá detenerlo. Le excita imaginar a su novio rogando por su pene, pero su preocupación era más grande que su líbido. Sólo tomará el control si Sergio se lo pide, mientras tanto, solo se limitará en alimentar a su omega y en satisfacerlo.

Cuando la noche cae y las horas siguen su camino, dándole paso a otra mañana que indicaban el segundo día del celo, Max despierta con el fuerte aroma de la excitación y con su pene rodeado del delicioso calor de la boca de Sergio.

"Carajo." Gimió cuando vio a su novio tragarse su pene por completo hasta llegar a la base donde el vello sobresale. La garganta del omega vibra con cada gemido y jadeo que hace, provocándole espasmo a Max. Se ve hermoso con su linda boca alrededor de su erección, esos labios rojos que tanto ama besar, lo chupaban con maestría y ponía su mundo al revés. "Aaah, S-Sergio."

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