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[—diálogo—

- accion dentro del diálogo -

Interupcion–

(Pensamientos dentro del diálogo)

[Interrupción de la autora]

Diálogo de forma sonora o cantarina~

_salto de tiempo, lugar o narracion_

"Pensamientos fuera del diálogo"

*Flash Back*

'momento de presentación'

¿Pregunta?

¡Exclamación!

//Telepatía//

\\susurro\\

|Inicio y final de el capitulo|]

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|—no te preocupes hermana. Años escondiéndome de todos me han entrenado muy bien. Además, gracias a tu magia nadie puede notar mi apariencia natural -habló Ares con orgullo- —

—De igual forma no tientes a la suerte, Ares.

*Flash Back

Era un día lluvioso, perfecto a la vista de la segunda princesa. El olor a pasto mojado y lluvia inundaba sus fosas nasales mientras se dirigía hacia la habitación de su hermano mayor Ares, con tranquilidad, a paso lento de cual pequeña niña de 5 años de la realeza que era. Sujetando con postura real un libro de magia avanzada entre sus pequeños brazos. Al acercarse a la habitación del primer príncipe, Ares, notó que los guardias no estaban en la puerta, por lo que usó un hechizo de invisibilidad, alarmada por la anormalidad. Se acercó cuidadosamente y, antes de abrir la puerta y entrar, de la habitación salió la primera princesa de Arbezela, Ariana de Secramise, con una sonrisa de oreja a oreja, con una copa de plata con agua a medio tomar entre sus pequeñas manos. Lo que alarmó a la segunda princesa fue la casi inperceptible mancha de sangre a los pies de su vestido.

Eleonor se dirigió corriendo hacia la habitación, y lo que vió ahí le heló la sangre, sus grandes ojos de niña pequeña se inundaron de lágrimas, su rostro se llenó de horror, se tuvo que morder sus labios tan fuerte que empezó a sangrar para no emitir sonido. Sus piernas se debilitaron, haciendo que ella cayera arrodillada en el piso alfombrado de la habitación de su hermano, su hechizo de invisibilidad se desvaneció sin poder sostenerlo un segundo más, al lado de la lujosa cama, tirado en el suelo sin moverse en lo más mínimo, yacía el primer príncipe heredero. Su boca escupiendo sangre en una cantidad preocupante sobre la alfombra blanca de la habitación, su hermosa tez blanquecina ahora pálida, sus cabellos rubios ahora manchados con el carmesí de la sangre. Sus ojos enrojecidos y abiertos de agonía y su pequeño cuerpo frío cual cadáver.

La segunda princesa uso toda la fuerza que tenía en sus pequeños brazos para arrastrarse hacía su medio hermano. Le tomó el pulso, por milagro seguía vivo, pero en esas condiciones, eso no iba a durar mucho tiempo.

La pequeña intentó desesperadamente con todas sus fuerzas usar magia divina de curación, pero por más que intentaba no podía. La pequeña entendió que en ese momento ningún Dios iba a ayudarla a salvar a su hermano. Ella tuvo que aceptar que si quería salvar a su hermano, no podía confiar en ningún Dios, tenía que hacerlo por sí misma, tenía que usar lo que su madre le había enseñado.

La pequeña niña, a sus cinco años no tuvo más opción que recurrir a la magia oscura. Tomó entre sus brazos el cuerpo de su hermano, viendo hacía al frente. Un aura negra en forma de gato se acercó a ella, un espíritu maligno. Ella usó la pequeña espada de su hermano para apuñalar su propia mano. Cuando la sangre empezó a correr ella extendió su puño sangrante hacía el espíritu maligno, el cual sonrió malevolamente. Toda la habitación se volvió oscura y la segunda princesa empezó a recitar un hechizo antiguo para hacer un pacto entre el espíritu maligno y ella.

La habitación se llenó de frío y el espíritu maligno realizó el pacto con la princesa, causándole un dolor inimaginable, la sangre se escupió de su pequeña boca, sus ojos brillaron de color rojo mientras sus entrañas se retorcian dolorosamente. Quería gritar pero el dolor desgarrada su cuerpo sus lágrimas fueron reemplazadas por sangre fluyendo dolorosamente desde sus ojos. Con la poca cordura que le quedaba recitó entre agonía un hechizo de magia oscura que salvó a Ares, expulsando el veneno de su cuerpo.

La pequeña cayó inconsciente ante tanto dolor, mientras el pequeño Ares despertaba. No sabía que pasaba, pero cuando vió a Eleonor sobre él sangrando e inconciente tomó a la niña en sus pequeños brazos con pánico. Al salir de la habitación recordó que su hermana, Ariana, lo había envenenado... Él no podía creerlo. Miró a ambos lados después de salir de la habitación, no había ningún guardia en lo más mínimo. Sabía que si él aparecía no iban a ayudar a Eleonor. Así que solo pudo llevarla corriendo a su habitación, sus piernas se enredaban en ocasiones por su corta edad y el peso de su media hermana sumado al shock. Pero logró llevar a Eleonor a su habitación sin que nadie los viera.

Ares la colocó suavemente en su cama, la habitación de Eleonor estaba decorada de colores rojos y negros, algo inapropiado para una niña pequeña para el gusto de Ares, pero no pensó en eso. Él limpió todo la sangre del cuerpo de Eleonor y no tuvo más opción que esperar a que despertara, ya que la magia divina de curación ya no funcionaba en ella.

Horas después Eleonor despertó con un dolor de los mil infiernos por todo su cuerpo, solo ella podía ver el gato de aura negra posado en sus piernas. Pero su mirada alarmada solo buscaba a Ares en todas partes, encontrándolo a su lado

End Back*

Los amargos recuerdos habían reaparecido en la cabeza de los hermanos. La segunda princesa se dispuso a levantarse de su asiento pero un repentino dolor llegó a su corazón, haciendo que ella se desplomara en el suelo, las secuelas de utilizar magia negra y tener un pacto con un espíritu maligno con un cuerpo tan débil le estaban afectando ahora. Ares rápidamente corrió a acudirla, sosteniendola y posandola en la cama, con un pañuelo limpió la sangre que salía de su boca rápidamente. Le dió algo de agua en un vaso rápidamente y ella lo tomó con rapidez. El espíritu maligno la miró, sin una sola pizca de empatía como solía hacer.

—Maldita sea - no pudo más que maldecir ante la inoportuna situación - Ares, vete por el momento, quiero que vigiles al duque Phantom, pero que no te descubra, no quiero que se cruce con Ariana antes de la entrega de los honores, hay que estar preparados para cualquiera de sus artimañas. Todavía no podemos dar al duque por sentado—|

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⏰ Última actualización: Jul 04 ⏰

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La rosa más espinosa del rosal (las joyas de la princesa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora