X men 2.
Todos los derechos reservados a Marvel y al creador de X-men, solo me pertenece mi personaje y su historia, no se permite la copea o plagio de la historia.
En otra parte Charles apenas estaba despertando, viendo a Stryker enfrente de él.
Ambos platicaban del hijo de Stryker llamado Jason y como habían quedado afectados.
Fue cuando Charles se dio cuenta que la mente maestra detrás de todo eso era Stryker. Al parecer él era uno de los que experimentaba con mutantes y siempre tuvieron la duda sí realmente era el que había quitado a Natasha del lado de su hermano y de su madre a una muy temprana edad.
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—¡Papá! ¡Mamá! —llamo Bobby al dejarnos pasar a una linda casa pintada de blanco y con verdes pastos fuera de ella—, ¿hay alguien en casa?
Yo había encontrado un pantalón de descanso de Scott en su carro, este me quedaba flojo y con mis poderes reducí el tamaño un poco para que se ajustará a mi cintura. Seguía con la misma parte de arriba ya que de mala suerte no encontré alguna blusa de él, deje el saco en el coche ya que debía coserlo y lo haría después con mis poderes ya que en el camino cuando me lo estaba quitando alguien (logan) lo apuñaló exageradamente rasgandolo, ¿la razón? Estábamos en una pequeña discusión que ninguno recordaba como inicio.
Pyro jugaba con su encendedor por lo que baje su mano y él me vio diciendo un lo siento.
—Buscaré ropa para todos —informo Bobby—. No quemes nada.
Ahora señaló a pyro.
Rogué y yo pudimos cambiarnos por fin, Bobby me presto una blusa de tirantes color verde que convinaba con el pans gris de Scott, yo conseguí unos zapatos de una tienda cercana, los tomé prestados digamoslo así.
Rogué veía todo el cuarto de Bobby.
—Oye —hablo él y dirigiéndoles una mirada baje dándoles un tiempo a solas.
Logan seguía observando aquel artefacto extraño que habíamos encontrado en el auto de Scott por lo que me acerque a él recibiendo un asentimiento de cabeza como saludo. Intento llevárselo a la oreja.
—¿Hola? —intento hablar a través del aparato, después alejo la cosa esa y la volvió a acercar— ¿Hola? —dijo más fuerte—. Por favor, Jean, ¿dónde estas?
Sonreí enternecida ante eso y dándome una mala mirada acuso:
—Es tu prometido —volteo a ver el anillo que portaba en mi dedo—, ¿y no sabes que es esta cosa?
Me encogí de hombros sin importancia.
—Sigue concentrandote en tu novia y después hablamos.
Logan abrió el refrigerador como si nada.
—¡Logan! —reproche—, no es tu casa. Respeta las cosas.
Ignorándome tomo una cerveza del refrigerador y la abrió.
—¿Te me vas a quedar viendo o vas a querer una?
Tirándome en una silla maldeci por lo bajo.
—Pasame una, solamente por el susto —Él tomo otra del refri, la destapó y amablemente me la extendió—, gracias.
