La escuela aterrorizaba absolutamente a Earth.
Todos los peores recuerdos de su vida estaban conectados con los pasillos de la preparatoria y las filas de casilleros le estaban explotando el cerebro. El lugar era un infierno. No sabía si algo había cambiado desde hacia veinte años cuando él era un estudiante, pero juzgando lo que Dunk hacía y lo que había visto apenas entrando al edificio, no había muchos cambios. El ruido proveniente de cada salón le recordaron lo ruidosa que la escuela siempre había sido y le golpeó directamente en la cabeza, provocándole un dolor. Hizo una mueca, presionando sus dedos en su sien como un hábito. Las clases todavía se estaban dando y Earth no quería saber lo doloroso que sería el descanso. Ya estaba acostumbrado al constante dolor en la parte trasera de su cabeza, el persistente recordatorio de que todavía no estaba bien, pero era soportable si tenía silencio y paz. Ahora, no tenía ninguna de las dos mientras caminaba a través del pasillo, sabía que sólo se haría más grande. Ya podía ver el aula de clases donde tendría que entrar; sólo no sabía si estaba listo para abrir la puerta y encarar sus responsabilidades. Y con responsabilidades, no se refería a Dunk, incluso si igual era parte de esto. Había un más grande, más importante asunto a lado de su deber de escuchar acerca del mal comportamiento de su hijo.
Mix iba a estar ahí. Mix ya estaba ahí, detrás de la puerta cerrada, probablemente divirtiéndose y siendo parte de los gritos audibles fuera de los salones. Earth no estaba listo para encararlo. La simple mención de su nombre le estaba poniendo lo suficiente enojado como para que puntos negros nublasen su vista. No estaba nada preparado para verle en persona. ¿Qué iba a hacer si Mix lucía feliz? ¿Podía ser ese el caso, que el chico lo hubiese sacado de su vida por un bien y estuviese pasándola bien sin él, mientras Earth estaba lentamente perdiendo la cabeza? No podía dejar a su ira tomar el control de sus acciones en medio de su conversación con la maestra de Dunk, tal y como no podía permitirse llorar. Podía golpear la pared después de abandonar el salón, pero no antes de eso. Tal vez sería mejor si no pegaba a Mix igual.
No supo cuánto tiempo estuvo parado frente a la puerta. Podía fácilmente escuchar la voz de la maestra viniendo del otro lado y suspiró, sintiendo su ansiedad tragándole de nuevo. Odiaba pararse frente a cualquier grupo de personas, en especial adolescentes. No estaba preparado para entrar y simplemente comenzar a hablar. Le mirarían. Le miraría. Pero Dunk necesitaba esto, su futuro se balanceaba justo frente a Earth para que decidiere entre finalmente hacer algo bien y ser un buen padre o acobardarse. Nuevamente suspiró, tragando saliva y alzando su diestra. Era ahora o nunca. Tocó, tan fuerte como pudo, y empujó la puerta sin esperar por una respuesta. Un segundo más y podría huir de ahí.
Earth se concentró en la maestra, en vez de en la clase a su izquierda. Las voces pararon, el sonido se murió y le dio la bienvenida a un silencio sofocante y al menos un par de veinte ojos comiéndole vivo. La maestra, por otro lado, sonrió gentil a su dirección.
—Earth Pirapat,— murmuró, forzándose a sí mismo a devolver la sonrisa. Ella se veía buena; muy joven, energética, con pasión en sus ojos. Parecía la maestra perfecta lo cual sólo hizo a Earth tenerle más lástima. —Me pidieron que viniere hoy para hablar acerca de mi hijo.
—Ah, Sr. Pirapat, ¡sí, claro!— rio levemente, extendiendo su mano. Él la tomó sin vacilar, sacudiéndola ligeramente. No pudo evitar notar lo pequeñas que eran sus manos a comparación de las propias. Le recordaron a otra persona y su vista se fijó en la clase por un par de segundos. —Por favor, señor, siéntese, hablaremos en un segundo, sólo les daré unas indicaciones a los alumnos.
Earth asintió, dejando que su mano cayese a su costado. Ni siquiera le echó una mirada. Su atención ya estaba puesta en el pupitre cerca de la ventana. Le miró, obviamente, ignorando a Dunk quien estaba sentado dos filas a la izquierda y sólo se fijó en la vista del tintado, blanco cabello cubriendo la superficie de madera de la mesa. Mix estaba ahí, y estaba dormido. Profundamente dormido. Earth ya estaba familiarizado con la forma en la que su cuerpo se miraba cuando dormía y por la posición sabía que debía estar realmente exhausto; y herido, probablemente, basándose en la forma en la que sujetaba su brazo. Earth sintió su garganta contraerse.
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Yes, Daddy (Adaptación EarthMix)
RomanceCuando Earth Pirapat oyó por primera vez las palabras "Tu hijo se quedará contigo por un mes" inmediatamente supo que terminaría siendo un problema. Lo que él no sabía, eran las ventajas de conocer a los amigos de su hijo. Créditos a su autora orin...