—Tendré una fiesta esta noche y te quiero fuera de la casa.
Earth miró a Dunk como si fuese un alienígena que había aparecido de la nada en su cocina y le había ordenado que se marchare. A su hijo no parecía importarle, la confianza estaba presente en su rostro mientras se recargaba en el marco de la puerta con una enorme sonrisa. En ese instante, Earth quiso volarle los dientes.
—¿Perdón?
—Me escuchaste. Yo, fiesta, tú fuera en la noche. Es bastante fácil de entender cuando lo piensas lo suficiente.
—No me vas a sacar de mi propia casa,— Earth dijo, apartándose de los huevos revueltos que había estado tratando de preparar desde hacia diez minutos. Cinco huevos después y seguía lejos de lograrlo. —Y menos a unas pocas horas de tu fiesta, que no va a suceder, por cierto.
—Entonces, ¿hubieses salido de la casa si te lo hubiese dicho ayer?— Dunk preguntó con recelo pintado en el rostro. Earth sintió la urgencia de reír por lo estúpido que el chico podía llegar a ser, pero se dio cuenta de que sólo los llevaría a una pelea. La comunicación entre ambos seguía siendo realmente miserable incluso después de pasar casi una semana completa en la misma casa, y Earth no podía siquiera contar los momentos en los que tuvo que detenerse a sí mismo de hacer comentarios rudos.
—No,— respondió sonriendo. —No le dejaré toda mi arte y mis botellas a un adolescente y sus amigos.
—Olvidaste tu cama y tus condones— Dunk le devolvió la sonrisa y Earth sintió que la cena regresaba a su boca. Sintió la urgencia de correr a su habitación y revisar que ningún condón faltase, aunque no era como si realmente los usase. Tal vez sería mejor que Dunk los tomare y les pusiere en uso si iba a follarse a alguien. Earth tenía suficientes problemas, no necesitaba un nieto igual.
—Aléjate de mi habitación, Dunk— dijo en un tono serio. —No quiero a ningún adolescente desnudo en mi cama.
—Tú podrías tener un poco de acción por tu cuenta, Earth — Dunk se mofó, su voz goteante de sarcasmo al pronunciar su nombre. —¿Y si tuviese una amiga realmente sexy, tetas grandes, buen culo y muslos gruesos? ¿Acaso no la quisieras desnuda sobre tu pene?
—Para,— Earth gruñó, cerrando los ojos. No sabía porqué el hecho de que su pene no hubiese siquiera reaccionado ante la imagen mental le molestó; no era como si estuviese hambriento de chicas de dieciocho años. —No tienes permitido decirle ese tipo de cosas a tu propio padre, ¿entiendes? Te guste o no, pero estás bajo mi custodia ahora así que me respetarás. ¿Quieres tener una fiesta? Entonces ten una fiesta. Pero yo no me iré de mi casa esta noche.
—¿Alguna vez fuíste joven?— Dunk dijo en un tono molesto. —¿Cómo se verá que mi puto padre esté en la casa?
—Lenguaje, niño. Y no me importa cómo se verá. Puedes tener la fiesta conmigo aquí o no tenerla.
—Dios— Dunk gruñó, alejándose del marco de la puerta. Su mirada fija en la sartén que Earth seguía sosteniendo. —Desearía que nunca hubieses metido tu pequeño pene en mi madre. Jodidos asiáticos, no pueden hacer nada bien. Tus huevos se están quemando, por cierto.
Earth no dijo nada a eso. En cambio, corrió hacia el lavaplatos para tirar la sartén caliente ahí. Quería responder, recordarle a Dunk acerca de su amigo que resultó ser asiático igual, pero se mantuvo en silencio. Tal vez Mix -¿por qué Earth recordaba su nombre?- sabía todo acerca de la vida de su hijo porque Dunk pensó que era un idiota y no pensó que sería lo suficientemente inteligente como para contarle de eso a alguien. Al mirar detrás suyo, la puerta estaba vacía y no había rastro de Dunk. Earth no lo escuchó salir pero incluso si lo hubiese hecho, no le hubiese importado. A penas lo había tenido ahí por cinco días, y Earth ya había tenido suficiente. No tenía idea de cómo sobreviviría otros veinticinco días más.
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Yes, Daddy (Adaptación EarthMix)
RomanceCuando Earth Pirapat oyó por primera vez las palabras "Tu hijo se quedará contigo por un mes" inmediatamente supo que terminaría siendo un problema. Lo que él no sabía, eran las ventajas de conocer a los amigos de su hijo. Créditos a su autora orin...