Capítulo XVII

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Narrador externo

Cuando los Mikaelson se fueron del claro TN iba con su mamá.

Rebekah: Bien hecho mi amor.

TN: Me lo enseñó la mejor.

Rebekah abrazo a su hija fue junto a su esposa que se encontraba con Freya y los niños menores en los coches.

TN: MAMI.

Dijo mientras corría hacia ella para abrazarla, Rebekah se le salió una sonrisa al ver a su hija abrazar a su madre y está la llenaba de besos.

Todos juntos se fueron a casa a comer y a disfrutar en familia.

Narra Rebekah

Después de comer todos se fueron al pueblo o al bosque, en la casa solo quedamos Katherine, TN y yo.

Yo me quedé en la biblioteca arreglando unos asuntos de la familia y las empresas que maneja mi familia.

Cuando termine de arreglar subi a la habitación para ver qué hacían mi mujer y mi hija, cuando entre a la habitación me encontre una escena hermosa que no pude evitar sacar una foto.

Mi hija estaba dormida al lado de su madre con la cabeza en su pecho y la mano derecha sobre el vientre, y mi hermosa mujer estaba plácidamente dormida con los brazos al rededor de TN.

Salí de la habitación con mucho cuidado de no despertarlas, me bajé a la sala de estar y con un té en la mano me puse a pensar que como había cambiado mi vida en tan solo Siete años.

Resultó que la mujer que mis hermanos y yo más odiábamos se combirtio en el amor de mi vida.
La cual me dio una hija estupenda.
Me casé con ella.
Crié a mi hija con muy buenos valores.
Y ahora mi hermosa y perfecta esposa está por darme otro hijo o hija.
Al final firmé la familia que siempre deseé.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que mi mujer se había despertado, solo me di cuenta de que estaba hay cuando me habrazo por detrás y me quito un trago del té, y mientras bebía se sentaba conmigo en el sofá.

Rebekah: ¿descansaste bien?

Katherine: si, estaba muy cansada.

Rebekah: os saque una foto a ti y a nuestra hija. Dijo mientras le enseñaba la  imagen.

Katherine: hay que bonita, pobrecita mi niña estaba hagotada ella también.

Rebekah: me lo imagino después de lo que les hizo a Bella y a su chucho.

Katherine: ¿Por qué no te tumbas te con nosotras?

Rebekah: cuando vosotras os fuisteis a la cama y los demás salieron me puse a ver unas cosas de las empresas y luego subí a veros y me bajé a tomarme un té.

Katherine: ¿Y en que pensabas cuando baje? Estabas en la inopia.

Rebekah: pensaba en lo que me ha pasado en estos últimos siete años.

Katherine: quién lo diría una Mikaelson y una Pirce casadas con una hija y esperando otro.

Rebekah: ya ves quién nos lo hubiera dicho ya estaría muerto.

Mientras reímos escuchamos un grito de nuestra hija, eso hizo que tanto Katherine como yo salieran a velocidad vampiraca hacia nuestra habitación porque allí estaba nuestra hija.

Al llegar a la habitación nos encontramos a Bella agarrando el cuello con una jeringuilla a nuestra hija.

Yo coloque a Katherine detrás de mi para protegerla de la loca que estaba con mi hija.

La Cullen RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora