-Aquí ya no se puede hacer nada ▪︎ dijo la niña con un tono gruñón.
-A uno ya no lo dejan correr libremente por el campo, reír a carcajadas, saltar.
-Son las reglas y debemos acatarlas ▪︎ comentó otro chico que estaba un tanto lejano.
- No lo sé, no me agrada ▪︎ respondió.
-Es que es tan aburrido esto, siempre la misma posición. Y ya hasta me duele la espalda.
-Quedate tranquila ▪︎ dijo una señora de más allá. Uno se termina acostumbrando. Te lo digo yo, que estoy aquí hace 55 años ya.
-No creo acostumbrarme a esto nunca ▪︎ sollozó la niña.
-Tendrás que hacerlo cariño ▪︎ le respondió la señora.
□
-¿Qué es ese ruido, como a voces? ▪︎ Le preguntó el chico rubio a su amigo, que estaba tanto o más asustado que él.
- No lo sé, te dije que era mala idea venir a este lugar de noche.
Ninguna luz alumbraba en el cementerio local, en aquel invierno de julio.
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Charlas nocturnas I
HorreurPrimer mini relato de una serie de charlas escuchadas en lo más oscuro de la noche.