|5|

411 48 6
                                    

|Doyoung|

El día que juré no beber nada que contuviera una sola gota de alcohol me desperté con una sonrisa en los labios y el cuerpo lánguido y satisfecho.

Un poco confuso al notar sobre mi cintura un fuerte brazo masculino, abrí los ojos y me di cuenta de que no estaba en mi habitación, sino en una con pósteres y banderas de equipos de fútbol que adornaban las paredes mientras el suelo era un caos de ropa revuelta.

Miré bajo las sábanas que envolvían mi cuerpo y comprobé que estaba desnudo.
Me entró el pánico cuando a mis espaldas oí unos suaves ronquidos. Poco a poco tomé aire y me concentré en recordar lo que había sucedido la noche anterior, para saber con quién narices me había acostado antes de llevarme el susto de mi vida al verlo.

Bien, la noche había comenzado con Lee. Habíamos bailado abrazados y haciéndonos arrumacos hasta que tropezamos con el detestable de Jaehyun, que bailaba entre dos pechugonas lascivas. Entonces, sin saber por qué, me sentí furioso y comencé a beber como un cosaco.

Si la noche había comenzado con Lee, lo más seguro es que fuera Lee con el que me había acostado, así que me daría la vuelta, le desearía buenos días, le explicaría que estaba demasiado borracho como para recordar nada y seguiríamos con la relación de amigos, tal vez como algo más si llegaba a recordar si la noche había sido satisfactoria o no.

«Pero… un momento», objetó mi mente confusa; recordaba a un Lee apaleado y arrojado a la piscina, y haber sido cargado al hombro por un cavernícola.
También recordaba una conversación que mi hermano Jeno mantuvo con el cavernícola y después…

¡Oh, no! ¡Oh, no! ¡Mierda, me había acostado con Jaehyun y había sido plenamente satisfactorio!

Me volví cuando escuché la voz que confirmaba mis sospechas dispuesto a gritar, pero me quedé mudo cuando vi su torso desnudo y su sonrisa de satisfacción en los labios mientras repetía alegremente:

—Buenos días, cielito.

Jaehyun sonreía sin dar crédito a que Doyoung estuviera aún en su cama. Pensó en repetir lo sucedido la noche anterior, pero por su bonita cara de espanto sospechaba que, si intentaba ponerle una mano encima, acabaría manco de un mordisco.

Doyoung lo miró confuso, como en estado de shock.

Cuando él le dio los buenos días, Doyoung se levantó llevándose la sábana consigo enrollada en su cuerpo, y mientras recogía su ropa del suelo lamentaba una y otra vez en voz alta:

—¿Qué he hecho?, ¿Qué he hecho?

Jaehyun se apresuró a ponerse los pantalones e intentó hablar con Doyoung antes de que se encerrara en el baño de su habitación, pero llegó tarde y definitivamente su conversación fue con la puerta.

—Dong, no nos acostamos —dijo Jaehyun pensando que lo calmaría.

—¿Y entonces por qué estoy desnudo? —quiso aclarar en tono acusador.

—Porque hicimos otras cosas… —intentó explicar Jaehyun.

—¡Qué!, ¿Qué cosas? —preguntó histérico desde el baño—. No, no me lo cuentes, prefiero no saberlo. ¿Cómo pudiste seducirme? ¡Estaba borracho!

—Doyoung, yo no comencé la seducción: fuiste tú, y yo traté de resistirme, pero no soy de piedra, ¿Sabes?

—Ya claro, a ver, ¿Qué fue eso que hice que te tentó tanto como para que tú no pudieras resistirte a mí? —quiso saber Doyoung mientras salía del baño totalmente vestido en busca de sus zapatos.

—Me pusiste tu pecho desnudo delante de la cara mientras tu otra mano iba…

Doyoung puso su mano en la boca de Jaehyun para acallarlo y le dijo amenazadoramente:

|El Chico Ideal| JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora