¿𝘘𝘶𝘦́ 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘪𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘳 𝘴𝘪 𝘣𝘦𝘴𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘥𝘦𝘵𝘦𝘴𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘯𝘪𝘯̃𝘰𝘴?
Ellie Evans, una joven de catorce, regresa a Canadá después de cinco años con su fami...
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——𝐏𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑 ——suplicó con urgencia el rubio frente ella ——, solo finge que eres mi pareja por cinco minutos.
Ellie miró hacia atrás la multitud acercándose, sintió pena por el chico y suspiró.
——Está bien ——aceptó, sin esperar nada a cambio y se acercó notablemente.
No tenía excusas para justificar lo que hacía.
——De verdad te lo agradezco ——dijo posando una mano en la nuca y la otra en el hombro de la joven con timidez ——, eres la única persona que parece no reconocerme aquí.
Estaban tan cerca que cuando rieron temieron besarse sin querer. El corazón de Ellie bombeaba rápidamente al posar sus manos en el pecho del desconocido, pero muy lindo, chico. Su aroma particular le pareció curiosamente familiar, pero no podía recordar a quien le hacía acordar.
Hombres. Todos usan el mismo perfume.
Le sorprendió demasiado el respeto con el que actuaba él. Era demasiado amable y cuidadoso, todo lo contrario a los chicos en Argentina.
Conectó con sus ojos azules y sintió una corriente eléctrica en cada parte de su cuerpo. ¿Qué le sucedía? No podía enamorarse de un desconocido así nada más. ¿Y un famoso? Debía ser una broma.
Evans creyó estar viviendo en una película.
La multitud pasó estruendosamente a unos metros de ellos, salteándolos de manera olímpica.
——¿Seguro que no vas a secuestrarme? ——el rió.
Sin embargo, ambos mantuvieron la mirada unos segundos de más. Cuánto más cerca estuviera la cara del actor de la suya, más complicado sería reconocerlo. Sus respiraciones se mesclazon y, sin pensárselo dos veces, ambos unieron sus labios.
