El Oni y el Tengu

6 0 0
                                    

Es un maravilloso dia en la aldea Jinsei cuando una joven Takajo se encuentra resando en la orilla del rio

-O gran kami del rio por favor te pido que me envies un hombre guapo y varonil que se case conmigo y tengamos muchos hijos- Mientras decia esto lanzaba unas monedas al rio

-Porfavor escucha mis plegarias, no te pido que lo hagas caer del cie...- De pronto su plegaria se vio opacada por un grito proveniente del cielo

-AAAAAAAAAH- En el instante que la joven miró al cielo vio como un hombre de tes morena y una forma de vestir un tanto extraña para ella caia del cielo estrepitosamente al rio, la chica se llenó de alegria incorporandose rapidamente para celebrar el milagro

-Muchas gracias Kami del rio- Expresó ella, mientras veia como un joven salia rapidamente del agua y llegaba a escasos metros por la misma orilla en la que estaba ella

-Cof Cof, maldita... cof diosa inutil- dijo -¿acaso no era capaz de dejarme en algun bosque como lo haria cualquier Dios de un isekai?-

-Ho... Hola- Una voz timida interrumpió su alegato -Le pedi tanto a la kami del rio que me enviara al amor de mi vida y llegaste tú-

-Si te refieres a la inutil que me lanzó desde el cielo sin ningun remordimiento de que pudiese morir estampado contra el su...- Javier no pudo contener su sorpresa al ver que a quien le hablaba era una chica enorme, con el iris de los ojos negros y las pupilas azules pero sin ningun brillo en ellas y una enorme boca ademas de un pelo completamente liso y que le llegaba hasta los pies, ella estaba agachada con su rostro muy cerca de el, sus manos eran alargadas al igual que sus dedos, los cuales se encontraban entrelazados y con sus manos pegadas al pecho.

-¿Su?- Preguntó ella girando su cabeza haciendola mas terrorifica

-Su... su... ¡SUPUTAMADRE!- Logro gritar el oni a la par que se incorporaba rapidamente y comenzaba a correr en direccion a un camino sin destino aparente hasta perderse entre la polvareda que dejaba tras de si

-¡Espera!- Grito la inocente yokai -Nuestra casa queda en la otra dirección-

-¡CON MAYOR RAZÓN NO PIENSO CORRER EN ESA DIRECCIÓN!- Le respondió mientras corría a toda velocidad

Mientras tanto dentro de una aldea cercana, un sujeto de gran tamaño concretaba una venta

-Muy bien caballero entonces el precio por los 3 jabalies cornudos es de 150 ster- Dijo un viejo comerciante

-Muy bien- Respondio el tipo grande -Ese si es un precio razonable, no como los otros embusteros-

-jeje cada quien sabe como valorar una buena carne de jabali- Dijo el anciano mientras le daba una bolsa con las 150 monedas -Además, la piel de estas bestias esta intacta, ?como lo logró? Si no es molestia preguntar claro-

-Eso es porque los maté de un puñetazo en la cabeza- Respondió el gran hombre dejando al mercader con el rostro congelado de la sorpresa -Ha sido un placer hacer negocios con usted anciano, que tenga buen dia- Dijo con voz seria

-No hay de que, igualmente caballero- Expresó el anciano, una vez que el hombre se alejo lo suficiente el anciano suspiró con alivio -Es una gran carne, aunque el precio que tuve que pagar por ella es un poco mas elevado- Dijo mientras miraba hacia atras suyo donde estaban los otros locales -Pero si no le daba ese precio capaz que terminaria como los demas, o peor- Los otros puestos estaban destrosados con algunos hombres metidos en jarrones y otros con la mitad del torso encrustado en el techo de sus puestos.

Mientras tanto, volviendo a nuestro protagonista, cerca de la entrada de la aldea, una nube de tierra se aproximaba con gran velocidad

-¿Que es eso?- Preguntó un soldado que custodiaba la entrada

Me reencarne como el ultimo OniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora