Me reencarne como el ultimo Oni

El Plan

-¡¿Como que quieras que me encargue de un gran sacerdote?!- Dijo Hiroshi bajando la voz -¿Por quien me tomas?-

-¿No se supone que eres el ultimo de los Oni?- Dijo la Chica -Eso quiere decir que eres el mas fuerte de tu raza-

-O el mas cobarde- Añadio Ryugen

-¡¿Oye de que lado estas?!- Replicó Hiroshi

-Bueno en una guerra donde exterminaron a todos los oni hace almenos unas 300 lunas de sangre lo único que se me ocurre es que huiste o alguien te ocultó-

-¡Ni lo uno ni lo otro!- Dijo Hiroshi -A mi me traj...- Interrumpio su respuesta debido a la mirada de los otros dos -Yo estaba dormido en una caverna y desperté aquí hace unos días porque esta diosa inútil me despertó-

-¿Cual Diosa?- Preguntó la kitsune

-La diosa de la reencarnacion- Replicó el oni -Yo estaba muy bien en mi lecho de muerte y a esta estupida me vino con eso de que debo salvar a este mundo y bla bla hasta me dio esa katana que ni se como se usa- Dijo mientras tomaba la katana y la observaba, en ese instante la kitsune se movio rapidamente a ver el arma.

-¿Esa es la legendaria muramasa?-

-HEEEEY- Grito Hiroshi mientras se alejaba de ella -¿No sabes lo que es el espacio personal?- La chica al percatarse inmediatamente retrocedió y volvió a su postura erguida y orgullosa

-Ejem, digo, esa parece ser la espada capaz de cortar además del cuerpo el espiritu- Dijo con tono serio -Se la conoce como muramasa-

-habia escuchado de las armas legendarias- Añadió Ryugen -Pero solo eran eso, leyendas-

-Espera, ¿como que existen mas armas como esta?- Dijo Hiroshi -Además ¿como es que estamos teniendo esta conversacion tan cotidiana si ni siquiera te conocemos?-

-¿Ehhh?Pero si ya llevamos varios día compartiendo-

-Tu no Ryugen, ¿como es que hay veces que pareces un completo idiota?-

-¿Y como es que tu vives siendo un amargado?-

-¿Pueden parar?- Los interrumpió la chica -Por esto es que no sabia si hablarles para pedirles ayuda- Dijo mientras se llevaba una mano a la cara

-Entonces ¿tu eres?- Respondio Hiroshi

-Mi nombre es Gumiko, soy una miko del castillo Amidamaru, eso es todo lo que deben saber de mi por ahora-

-Vaya caracter- Comentó Ryugen

-¿Y cual es ese encargo de salvarte a a ti y a tu gente?, digo quieres que matemos al sumo sacerdote-

-Es el gran sacerdote y no solo es salvarme a mi y mi gente, es salvar a este mundo de su destruccion- En ese preciso momento la mirada de Hiroshi paso de ser de sarcasmo a seriedad de forma casi inmediata

-Desarrolla mas eso que dijiste al final- Dijo mientras tomaba con mas firmeza la katana.

-Eso, el objetivo del gran sacerdote es utilizar mi espíritu como llave para traer de regreso a un dios ancestral para que cree un mundo nuevo a cambio de destruir el nuestro, o al menos así dijo cuando me seleccionó debido a mis cualidades espirituales-

-¿Y cuales son esas cualidades espirituales?- Luego de la pregunta de Hiroshi la chica sacó tres talismanes de su obi y con un movimiento estos de deshicieron para convertirse en dos sai y un kusarigama

-Puedo convertir estos talismanes en cualquier arma, además soy capaz de controlar los espíritus ya sea para ayudarlos a reencarnar o para aumentar la fuerza de alguien- Luego de decir eso unas esferas blancas con un aura azul aparecieron a su alrededor, para luego provocar que mas aparecieran.